Como ocurre todos los años al inicio de cada Ciclo lectivo, muchos docentes del Departamento Tinogasta deben movilizarse a diario para concurrir al dictado de clases en las escuelas -principalmente rurales- además de otros centenares de personas que transitan las diferentes rutas por distintos motivos, lo que deja al descubierto una vez más el pésimo estado de los caminos, especialmente los que no cuentan con asfaltado, y en otro casos rutas pavimentadas con pozos o el deterioro propio del pasar de los años y que no tuvieron el mantenimiento correspondiente.

En este caso en particular, la extensión de la Ruta Provincial N° 34 que une a Palo Blanco con las demás localidades de la denominada “Zona de la Herradura”, en el distrito de Fiambalá, presenta un estado deplorable debido a las precipitaciones producidas en esos lugares, sumando a ello la falta de mantenimiento y conservación fruto de la desidia que no es novedad que ocurra.

En las últimas horas y tal cual como ocurrió al finalizar el año pasado, docentes que trabajan en esa zona publicaron por las redes sociales los daños que le producen a sus vehículos el mal estado de los caminos, entre ellos el destrozo de neumáticos, lo que significa más del 50% del sueldo de ellos por cada rueda deteriorada. Una cifra económica que produce furia, impotencia y un amargo lamento causado por la inoperancia de aquellos burócratas que ocupan cargos en las áreas que les compete el mantenimiento y reparación de los caminos.

Algunos habitantes y docentes que recorren esos grotescos caminos dijeron que invitan a quien quiera comprobar la veracidad del reclamo, que recorran en sus propios vehículos por esos lugares y sufrirán en carne propia el pésimo estado de las rutas. “Obviamente que desde un vehículo oficial no se sufre, no se padece, no se gasta ni se siente lo que es ir todos los días por caminos en tan mal estado. Que lo hagan en sus propios rodados y que nos cuenten que se siente”. Finalizaron.

Fuente: El Abaucán Digital