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Columnistas

Con aire de empate técnico, Milei se obsesiona con la fiscalización y Massa mira con furia a Máximo

Ninguno de los dos se siente ganador y las encuestas son muy parejas. El libertario busca ordenar a su tropa mientras Macri busca fondos para controlar el comicio. El ministro candidato apunta al líder La Cámpora por todos los escándalos en campaña. 

Exactamente a 8 días de la elección parece haber una única certeza: el “empate técnico” entre ambos candidatos a Presidente. Este jueves a Sergio Massa le entregaron un informe secreto que le da un par de puntos arriba. Javier Milei tiene otros que sólo comparte con su hermana Karina e indican que sacó una luz de 4 puntos.

Ambos informes confidenciales confirman una sola cosa. Las encuestas están en el margen del “error estadístico” de cualquier trabajo de campo. Massa no se siente ganador. Y Milei, tampoco. A los gritos, el libertario le exigió a su equipo de campaña enfocarse sólo en la fiscalización.

Tantas dudas, aumento la incertidumbre y la inquietud en el mercado, las multis y Wall Street. Los informes de Manhattan así lo expresan. La intranquilidad sacudió un billete adormecido y este jueves el dólar blue pegó un salto a $ 950.

En la UIA -desairada por Milei- dicen que meten mucho ruido, tres cuestiones políticas. Primero, que Massa solo tiene un programa hasta el comicio. También que se le desconoce un plan realizable a Milei y, como tercer factor, asusta ante un triunfo libertario un eventual doble comando con Mauricio Macri.

La "operación León" del ex presidente fue un bombazo. Aún sigue su onda expansiva. Macri actuó rápido y muchos -sus íntimos lo justifican- admiten que lo hizo para abortar una maniobra peligrosa de Massa. Se trata de algo que no prosperó, pero se comenzó a tejer la noche misma de la elección: hubo sondeos desde el Frente Renovador, para que Milei se bajara del balotaje.

El ex presidente se enteró de esas conversaciones y aceleró para abortar cualquier intento de entronar sin segunda vuelta a Massa. Milei dice que son todas fantasías y operaciones berretas.

Milei enfrentó un frente complicado. Ocurrió en la reunión del martes a la noche, cuando recibió a su plana mayor para poner paños fríos y cerrar los cuestionamientos al pacto con Mauricio. El encuentro era para “tranquilizar” las rebeldías. En muchos irrita que se instale que Macri propicia a Federico Sturzenegger como ministro de economía.

Milei fue directo al grano: “No hay acuerdo para cargos”. Y aseguró: “No hay pacto espurio con el Macri”.

Ocurrió después de que Carlos Kikuchi dijera que ese acuerdo afectaba la potencialidad de Milei. Kikuchi lanzó duros dardos contra Guillermo Francos. El “japonés” exclamó: “Traidor, irresponsable”. Francos le devolvió el mandoble con “callate improvisado”.

Karina Milei intervino y frenó a Kikuchi. La “Jefa” lo acusó de ser quién alimentó las operaciones contra el acuerdo con Macri. Kikuchi no aguantó y se fue.

Milei tiene encuestas que lo dan ganador. Pero también esos números incluyen una gran cantidad de indecisos. Como se dice bilardista exhortó a todos a concentrarse: "la prioridad es fiscalizar".

El deseo de Macri

En eso anda Macri que armó una comisión fiscalizadora comandada por José Torello y Guillermo Dietrich. El dúo ya habló en nombre de Milei. En secreto ambos concurrieron esta semana a la Cámara Electoral para exigir una cuestión. Que los jueces revean su decisión y habiliten a que Milei pueda tener apuntes en el Debate Presidencial.

Chocaron contra una pared. En el tribunal existe preocupación por las falsas denuncias sobre fraude. El equipo de Alberto Dalla Via sospecha que esas versiones se emiten para creer un clima ficticio de ilegalidad el día del comicio y activarlo en caso de una derrota.

Existe un dato que invalida toda la jugada: el último escrutinio provisorio fue idéntico al escrutinio definitivo del domingo 22.

Macri está hiperactivo. Lo mueven las tripas y su odio a Massa. Volvió a mantener encuentros con muchos hombres de negocios. La fiscalización requiere dinero. Hace unos días almorzó con Miguel Galuccio. Fue en el Club Argentino de Tenis. La mesa la completó Gastón Gaudio.

El trío dice que la reunión fue de negocios. Los príncipes de Qatar pretenden entrar a Vaca Muerta y adquirir un yacimiento de Chevron. Ese yacimiento también lo codicia YPF y Marcelo Mindlin.

También se habló del futuro de YPF. Galuccio la dirigió con Cristina y continuó en el comienzo de la gestión de Macri. El Mago tiene vínculos excelentes y diálogo fluido con ambos. Macri -afirman- busca información confidencial porque sueña con colocar a Javier Iguacel al frente y dominar YPF.

Los nombres de Massa

Massa está al tanto de la jugada de Macri. Hubo un fuerte cortocircuito entre el ministro-candidato y Eduardo Eurnekian. "Yo no le doy más bola”, dijo. Ocurrió cuando Eurnekian ponderó y se volcó a favor de Patricia Bullrich en la última reunión del CICyP. Afirmó, en su momento, que "Patricia nos llena el espíritu de esperanza".

Eduardo Valdés intentó sin suerte mediar entre ambos. No obtuvo respuesta de Massa. Pero hubo otro intermediario secreto más eficaz. Armó un encuentro esta semana entre Massa y Eurnekian. La reunión se frustró a último momento por la campaña y Massa le envió un mensaje directo a Eurnekian: "Decile a Eduardo que ya está todo bien".

Massa insiste en acusar a todos los petroleros de favorecer el desabastecimiento. Repite que la “intentaron hacer un lock-out”. La falta de nafta pegó fuerte en las encuestas. Ese fin de semana bajó 2 puntos y se colocó detrás de Milei.

El ministro obvió el papelón YPF porque la firma que controla La Cámpora fue la principal responsable de los surtidores vacíos. Massa está inquieto por los errores de Máximo. En la intimidad su equipo lo bautizó “Pato Criollo”: "un paso una cagada".

Máximo estuvo vinculado en estas semanas a todos los escándalos que afectan la campaña oficialista. Primero su socio político y ariete contra Axel Kicillof se mandó una de playboy: Martín Insaurralde demostró que la pureza kirchnerista es puro bolazo.

Después vino la hecatombe de las naftas con la YPF de La Cámpora. Y ahora el escándalo del espionaje ilegal: otro íntimo de Máximo, Fabián "Conu" Rodríguez, envuelto en la podredumbre de fisgonear la vida privada.

Fue el hijo de Cristina quien lo ubicó a Rodríguez como director en la AFIP. Se trata del organismo que concentra el mayor caudal de información económica de los argentinos.

Hace 10 días Massa tuvo una cena privada con “popes”. En el encuentro anticipó lo que después haría público: "Mi ministro no será alguien de mi fuerza". También confió otra infidencia: “Además de solidez técnica tendrá un perfil político”. Uno de los presentes se animó a preguntarle a Massa por el nombre.

Massa respondió solo con una sonora carcajada. Después el ministro desvió la atención y afirmó que como Procurador está pensando en Miguel Ángel Pichetto.

Horas después los nombres de Carlos Melconian y Martin Redrado volvieron a sonar fuerte para Hacienda. Ninguno de los dos recibió un llamado. La movida de Massa sorprendió a su equipo. Pensaba que en caso de ganar lo sucedería uno de ellos.

Hubo un cónclave. Fue el martes y hubo especulaciones varias. Leo Madcur decía jocoso: “¿Yo soy de este espacio? ¿No califico para ministro?” Marcos Lavagna también jugueteaba: “Vasco podés ser vos, porque sos desarrollista”.

Fue un momento breve de distención. Todos conoce una cuestión: la herencia hará que el próximo ministro se siente en una “silla eléctrica".

Fuente: CLARÍN
elecciones presidenciales 2023 opinión Sergio Massa Javier Milei

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