Con un planteo mezquino de Boca Unidos de Corrientes y con un Racing dedicado a atacar por todos lados, sin solución de continuidad, desperdiciando no menos de 15 oportunidades de gol, los guaraníes lo aguantaron hasta llegar a los ansiados penales. El sistema defensivo de Boca unidos consistió en colocar líneas defensivas destructora del buen juego que propuso Chacho Coudet en todo momento. Pero en el futbol, jugar bien no basta. Es necesario hacer goles y la Academia no los hizo.

El objetivo de los correntinos siempre fue interrumpir al impetuoso Racing que pugnaba por vencer el arco de Aquino, foules, pérdidas de tiempo, lesiones inexistentes, todo servía para hacer pasar los minutos y perder el tiempo, a medida que la desesperación de la Academia iba "in crescendo".

Fue insólito que el árbitro haya concedido casi 5 minutos adicionales en el término del primer tiempo, algo infrecuente en el fútbol profesional. Una muestra del "Juego" que vino a hacer Boca Unidos a Lanús.

El partido se jugó en medio de un temporal y tormenta eléctrica que daba miedo. En un momento se temió por la suspensión debido a la gran caída de rayos. En el segundo tiempo, las inclemencias del tiempo deterioraron el campo de juego en forma sustancial.

El dominio de Racing fue total y Boca Unidos, salvo dos contraataques en el los que estuvo a punto de definir en su favor, se mantuvo con el esquema ultra defensivo que hace imposible un juego normal de futbol. El fastidio se notaba en la cara del Chacho Coudet.

Boca Unidos sólo pensaba en los penales y el gran objetivo era llegar a los 90 minutos en ese score porque sabía que en los penales, las cosas se pondrían en igualdad de condiciones. Desde los doce paso, los equipos igualan sus posibilidades.

Y fue así nomas, Boca Unidos ganó en los penales y despidió a la Academia prematuramente, porque sí alguien mereció ganar el partido, ese equipo fue Racing Club.