De acuerdo al reporte del gobierno de Gabriel Boric, dos personas han fallecido y se reportan seis desaparecidos. Además, más de 3.000 personas han resultado damnificadas por las inundaciones.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, informó que actualmente hay 7.977 personas aisladas y 3.383 damnificados. Además, se han registrado 54 viviendas destruidas, 751 con daños mayores y 1.578 personas se encuentran en albergues.

En la localidad de Ñiquén, en la región de Ñuble, la situación es especialmente preocupante, ya que se encuentra completamente anegada. Se realizará un esfuerzo importante de evacuación en esa zona.

Las imágenes transmitidas por la televisión local muestran la magnitud de la crisis, con localidades como Coltauco y Licantén gravemente afectadas. En Coltauco, el 80% de la localidad está inundada y 200 personas se encuentran aisladas debido a la crecida del río Cachapoal. En Licantén, casi todas las construcciones, incluyendo el hospital, están inundadas, y 700 personas están aisladas debido al aumento del caudal del río Mataquito.

Además de los problemas en las localidades, las salidas de ríos de sus cauces han provocado interrupciones en importantes rutas, como la que conecta el país de norte a sur y la que va de Santiago a Valparaíso. También se han reportado daños en puentes ferroviarios debido a la fuerza de los ríos.

Es importante destacar que algunas de las regiones afectadas por las inundaciones también fueron golpeadas el verano pasado por grandes incendios forestales. Las intensas lluvias, concentradas en pocas horas y en áreas donde normalmente nieva, han causado una erosión significativa en las colinas y un rápido aumento en los caudales de los ríos.