Su pasado como dirigente deportivo - fue presidente del Club Atlético Boca Juniors de Buenos Aires - y su relación personal con el líder de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, el suizo Gianni Infantino, fueron las claves para el nombramiento, votado por el directorio.

“Es un nuevo rol adicional que desempeñaré con honor”, dijo Macri, quien ya anunció su retorno a la política nacional tras su fracaso en el intento de reelección el año pasado luego de una gestión que profundizó la pobreza y la recesión.

La Fundación FIFA fue creada en marzo de 2018 como una entidad independiente “con los objetivos de contribuir a la promoción de un cambio social positivo y de recaudar fondos para la rehabilitación y reconstrucción de infraestructuras deportivas dañadas o destruidas alrededor del mundo”.

Actualmente, la directiva de la Fundación FIFA está liderada por Infantino, a quien secundan Sonia Fulford y Lydia Nsekera.

La fundación lleva adelante un programa junto a “organizaciones que utilizan al fútbol com una herramienta de cambio social, para mejorar la vida de los jóvenes desfavorecidos de todo el mundo”.

Según trascendió, el rol de Macri se focalizará en “solicitar financiamiento para usar al fútbol como una herramienta para abordar los problemas sociales que afectan a los jóvenes, caso la educación, la salud, la construcción de la paz, los refugiados, el liderazgo y la igualdad de género”.

En este sentido, Macri proviene de Argentina, un país que volvió a hacer historia en el fútbol cuando hace poco más de una semana permitió el fichaje de Mara Gómez, de 22 años, quien se convirtió en la primera jugadora trans en la máxima categoría de la semiprofesional liga nacional de mujeres. Vestirá la casaca del club Villa San Carlos.