Algunos políticos dicen que debemos tener memoria y claro que tenemos memoria y no como ustedes que prometen y cuando llegan se olvidan de todos nosotros los jubilados y pensionados, que en épocas más criminales que otras, siempre ha sido maltratada y humillada le vejez en Argentina. Como ustedes que prometen y cuando llegan se olvidan de todos nosotros los jubilados ypensionados, que en épocas más criminales que otras, siempre ha sido maltratada y humillada le vejez en Argentina. Que la mayoría de nosotros ni siquiera puede llegar a cubrir sus necesidades básicas, con políticas que solo nos lleva a exprimir y tener que entregar hasta la última gota de sudor para cumplir con las mismas, para beneficio de todos ustedes que las imponen. Así es como sufrimos este maltrato económico todos los jubilados, que trabajamos de sol a sol durante nuestra vida activa, cumpliendo y pagando todos los impuestos, pensando que cuando nos llegara la hora de retirarnos, podríamos tener un pasar digno con remuneraciones que merecidamente nos corresponde por los años que tuvimos aportando y hoy nos vemos con una realidad impensada, con sueldos miserables que nos lleva ni siquiera a poder subsistir. Sepan que no solo se vuelve palabra la materialidad de la necesidad, que en el rostro de todos los jubilados cobra vida y que la expresamos con resignación y pesadumbre y saben porque, porque debemos hacer malabares y así y todo no nos alcanzan los cincuenta billetes de mil que cobramos de jubilación. Es vergonzoso que después de tantos años de trabajo, de esfuerzo y sacrificio tengamos que percibir jubilaciones de pobreza, señores políticos no queremos vernos en un espejo de viejos y pobres. Desde hace mucho tiempo en muchas caras nuestras se ven configuraciones agónicas de lo real, que en nuestros rugosos rostros se nos va desvaneciendo la sonrisa que nos provoca esos vueltos desechos que nos dan como jubilación, después de haber sido los gestores con nuestro sacrificio y esfuerzo de las fortunas ajenas y nosotros sucumbidos en la miseria. A nosotros los viejos nos han robado la sonrisa, nos han arrumbado a la sumisión, al silencio porque somos trabajadores que ya no se encuentran en condiciones de seguir siendo explotado, hasta intentando algunos de convencer que la vejez es descarte, estorbo y un gran gasto. Pero sepan que aquí estamos para combatir todas estas injurias que hacen estos falsificadores de las verdades , dinosaurios del poder que solo están para usurpar pedazos de realidad y poder desenmascararlo, como diariamente lo hacen tantos y tantas a estos viles y canallas opresores. Sepan que somos Hombres y Mujeres apasionados historiadores y del combate, que exigimos presencia de un silencio deliberado que nos quieren imponer, sepan que somos barredores del olvido, forjadores del abrazo fraterno entre todos los ciudadanos, ancestros de las flores verdes que nunca se marchitan. Los viejos exhalan a sabores de libros viejos, son el puño y el ladrillo que levantaron el camino de la lucha. Queremos volver a sonreír, a volver a sentir la felicidad del juego y la acaricia, que de tanto danzar nos duelan los huesos, que ser abuela y abuelo sea un placer y que sean un jubilo nuestra jubilación. Derribemos este sistema de un buen cachetazo, con una gran rebelión de canas, guardapolvos y overoles y defendamos como un derecho la alegría, para que los jubilados y la gente que habitamos este bendito país volvamos a sonreír. (*) Columna de Opinión: “La Voz del Jubilado” Email: amilcardimuro@hotmail.com.ar