La violencia vinculada al narcotráfico es un grave problema en Argentina, como se evidencia en los 150 hechos diarios de violencia extrema relacionados con grupos de narcotraficantes. De ellos, alrededor de 50 son graves, con personas heridas o fallecidas. La mayoría de estos ataques son cometidos con armas de fuego y están relacionados con ajustes de cuentas, peleas por territorios, amenazas y venganzas.
Según Claudio Izaguirre, titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), la situación va en aumento y es cada vez más violenta y brutal. Los narcotraficantes envían un mensaje a la sociedad, a los gobernantes y a la justicia con cada episodio de violencia: mandan ellos en sus territorios. Es necesario desarrollar políticas preventivas para evitar una mayor cantidad de muertos.
En Argentina, el sicariato ya está instalado y existen escuelas donde enseñan cómo actuar desde esa actividad criminal. La vida vale muy poco, ya que por 50 mil pesos se comete cada crimen. Las bandas usan muchos menores para enseñarles, se estudia el objetivo y finalmente se ejecuta. La situación es crítica y se requieren más acciones para frenar las ejecuciones de personas por las guerras narco.
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