Opinión

Operaciones políticas del kirchnerismo para desestabilizar al gobierno de Milei

1. Obstrucción y veto overrides en el Congreso

El bloque kirchnerista utilizó su mayoría en Diputados para revertir el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad, forzando su tratamiento inmediato y poniendo en jaque el discurso de control del gasto que impulsa el Ejecutivo.

Tras rechazar ese veto, avanzaron sobre otros proyectos vetados por Milei, como la distribución de fondos del Tesoro a favor de las provincias, elevando el gasto público en rubros sensibles (discapacidad y asistencias provinciales) que el Gobierno consideraba marginales pero claves para su ancla fiscal.

En ambos casos, el kirchnerismo apeló a sesiones exprés y mayoría automática, limitando debates técnicos y presionando a legisladores provinciales a alinearse con la bancada oficialista local para sellar votos en bloque.

2. Construcción de una narrativa de “sabotaje institucional”

Desde el atril oficial y en redes, sostienen que el Congreso está “secuestrado por el kirchnerismo” y que éste obra con “una sola agenda: quebrar el Estado nacional” para “destruir la economía” y forzar el fracaso del Gobierno.

Aprovechan cada sesión legislativa controversial para hablar de un “espectáculo macabro” y presentar a Milei como un presidente sin control de daños, galvanizando a la base contra supuestos “orcos” y “kukas” que, según ellos, boicotearían cualquier reforma liberal que reduzca el gasto social.

Refuerzan esa narrativa en foros empresariales (Council of the Americas, Bolsa de Comercio) hablando de “riesgo kuka” y fantaseando con “la posibilidad de poner el último clavo al cajón del kirchnerismo” si se les gana en las urnas; así proyectan el relato de que todas sus maniobras son resistencias legítimas ante un proyecto de “ajuste salvaje”.

3. Activación de sindicatos y movilizaciones sociales

Aunque con matices según la coyuntura, sectores afines al kirchnerismo (CGT, CTA autónoma y movimientos sociales) convocan a paros o piquetes en rechazo a medidas de liberalización del mercado laboral y recortes en programas sociales, tensionando la calle y forzando a la Casa Rosada a lidiar con protestas simultáneas a debates legislativos críticos.

Estas movilizaciones buscan presionar al Ejecutivo para que retroceda en la quita de subsidios y aumentos de tarifas, y se amplían con reclamos por inflación y caída del poder adquisitivo, elementos que el gobierno de Milei no logra revertir con celeridad.

4. Explotación de investigaciones judiciales y escándalos

Cristina Fernández y sus diputados amplifican el caso Andis (presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad) como prueba de “corrupción inédita” de la nueva gestión, usando cada nueva filtración de escuchas o testimonios para erosionar la figura de Milei y su entorno familiar en medios y redes sociales.

A la par, impulsan pedidos de informes y comisiones de investigación en el Congreso para alargar la sobreexposición pública de funcionarios del Ejecutivo, generando un clima de sospecha permanente y desgastando políticamente al presidente.

Miradas hacia adelante

Escenario electoral: la estrategia kirchnerista se afina de cara a las PASO y las legislativas de octubre, buscando mostrar músculo y techar el apoyo a La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires.

Posibles nuevas maniobras: redefinición de bloques, prórrogas de emergencia de fondos, freno a leyes económicas clave y mayor uso de comisiones informativas para dilatar reformas.

Impacto en la gobernabilidad: cada veto override y movilización social complica la hoja de ruta de ajuste fiscal, alargando la tensión ente Poder Ejecutivo y Legislativo.

Fuente: Copilot IA
todo armado mileismo y kirchnerismo Chiqui y Pablo la otra realidad

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