Algunas personas al comunicarse con la redacción de la fuente citada al pie, manifestaron que comenzaron a realizar fila a las 06:00 a.m. o antes, y no pudieron cobrar. “Es lamentable lo que pasa en esta sucursal bancaria (…) estamos desde horas muy tempranas, con un frío terrible, a la intemperie, algunas personas mayores de edad, otras enfermas o con alguna discapacidad y los cajeros sin un peso, para colmo nadie del banco tiene la amabilidad de informar antes o solucionar los inconvenientes. Desgraciadamente no tenemos otras opciones (…) nos da mucha impotencia. Esto es un verdadero mamarracho”. Dijeron.
En la misma oportunidad plantearon que la mayoría de los comercios de Fiambalá no trabajan para comprar con débito automático; en algunos casos les cobran intereses que promedian el 15% del valor que compran, o los engañan que ‘no hay sistema’ para no recibir tarjetas.
En las localidades del norte de Fiambalá, ningún comercio trabaja con algún tipo de tarjeta o cobro electrónico. Expusieron.
Durante la mañana de ayer, desde el municipio de Fiambalá entregaron café caliente, galletitas, asistencia sanitaria y algunas sillas para las personas mayores para que de esa manera puedan sobrellevar el intenso frío y la triste, agotadora e interminable espera hasta altas horas de la tarde o noche con el propósito de poder cobrar sus haberes.
Cabe recordar que de los dos cajeros automáticos existentes en la sucursal del banco, solo uno expide dinero de bajo valor en montos limitados por unas pocas horas. El otro cajero ubicado en inmediaciones al municipio, muy rara la vez que cumple algún servicio.
Por otro lado y sumando a la lista de los enérgicos cuestionamientos hacia la sucursal de Banco Nación Fiambalá, dijeron que con el pésimo servicio que brindan, están provocando la aglomeración de gente con largas filas e interminables esperas, teniendo en cuenta los horarios permitidos para circular y las campañas de prevención del COVID-19.
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