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Columnistas

La otra inflación

Hay otra inflación que también deteriora nuestra vida diaria y de la que se habla muy poco: la inflación de leyes.
Dr. Ricardo López Göttig

Por Dr. Ricardo López Göttig

El dato oficial del 94% de inflación del 2022 nos preocupa, porque significa un deterioro del poder adquisitivo y que principalmente afecta a los sectores más vulnerables, pero hay otra inflación que también deteriora nuestra vida diaria y de la que se habla muy poco: la inflación de leyes.

Es bastante frecuente que se exija a los legisladores que presenten una gran cantidad de proyectos de ley y que la crítica sea fuerte y hasta cruel con quienes no exhiban un largo listado. En ese cuestionamiento rápido y efectista, suele pasar inadvertido que no se repara en la calidad de los proyectos presentados por los legisladores más prolíficos, las más de las veces irrelevantes e irrisorios. Una inmensa cantidad de proyectos de declaraciones o de repudio que no se traducen en mejoras de nuestra vida cotidiana, y las pruebas están a la vista. Pero además de ello, se suma legislación que pretende inmiscuirse en cuestiones que pueden ser resueltas con acuerdos entre los particulares, o leyes que enmarañan aún más la economía, la inversión y el trabajo, con posteriores decretos reglamentarios que modifican normas anteriores.

Un Estado de Derecho es el gobierno de las leyes, y estas deben ser accesibles al conocimiento de cualquier persona en suelo argentino, para poder conocer sus derechos y obligaciones. Ahora bien: si el acceso a esta información se transforma en una ciencia oculta, sólo accesible para un grupo selecto que puede interpretar cuál es la normativa vigente a través de leyes modificatorias, decretos reglamentarios y resoluciones, el gobierno de las leyes pierde su efectividad, prestigio y validez para la ciudadanía.

Los poderes legislativos –Congreso, legislaturas provinciales, concejos deliberantes- son fundamentales en el equilibrio de la República, para que el Ejecutivo no concentre todas las atribuciones, y como sistema de contrapeso y controles. Menos leyes, pero más claras y efectivas, es lo que mejorará nuestra calidad de vida, y debe ser el objetivo de las cámaras que se renovarán en este año.

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