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Cultura

Fray Mamerto Esquiú: Su pensamiento filosófico y político

Este ilustre franciscano nació el 11 de mayo de 1826, en Piedra Blanca. A los cinco años su madre vistió su hijo Esquiú, como frailecito, por una promesa de su madre.

A los 10 años ingresa al Convento de San Francisco desde ese momento permaneció por el termino de 47 años al servicio de sus feligreses.

Según el escritor Carlos Villafuerte, (en su discurso al ingresar, como miembro de número, a la Academia Nacional de Las Letras) no descarta que el adolescente Mamerto, presenció las horribles matanzas ordenada por Juan Manuel de Rosas. Cruentos combates ocurridos en las esquinas de Esquiú, Republica y San Martin por calle Rivadavia. Estos sucesos conmovieron muy profundamente su pacifico corazón.

A ello se agregan las persecuciones y hechos de violencia que culminó con la decapitación del propio gobernador José Cubas y sus ministros.

El gobernador catamarqueño había decidido, en común acuerdo con sus pares: Brizuela de la Rioja y Marcos Avellaneda de Tucumán, decidieron retirar todas las pleitesías al gobernador porteño, que poseía la suma del poder público y en la práctica concentró un poder unitario que se negaba a la organización constitucional.

Fray Mamerto Esquiú irrumpió en el escenario político argentino, cuando pronunció su Sermón el 9 de julio de 1853.

El objetivo principal de Esquiú con la lectura, era llamar a la conciliación de todos y obedecer a la constitución y sus leyes.

El sermón fue aclamado por todos los políticos y cada cual llevó agua para su molino. En efecto. Con abusos de lo hiperbólico, se lo llamó “el santo”, “el apóstol”, “el orador de la constitución”.

Hay un libro de un historiador local, que lo vinculan al federalismo, inclusive, lo imagina, tomando mates, en connivencia con un caudillo, que llama al asombro.

Para conocer a Esquiú debemos leer “Su diario Íntimo” y “Su Diario de Recuerdo y Memorias”, ellos develan su verdadero pasión y pensamientos.

Fray Mamerto utilizó a la política como una proyección espiritual. Su mirada estaba por encima de intereses personales y terrenales, era un ascético místico, por ello buscó la perfección espiritual, en la renuncia de los bienes materiales, temporales mundanos.

Se dijo en un video, que el general Urquiza estaba enemistado con Esquiú, sin embargo, este presidente federal, ordenó publicar el sermón y su distribución a las provincias. (según Sánchez Loria).

Hubo grandes escritores que apreciaron las dimensiones profundas de su pensamiento: Ricardo Zorraquin Becú, Manuel Gálvez, Pedro Frías, Armando Raúl Bazán y otros.

Su proyección espiritual la extendió a los acontecimientos históricos. Comprometiéndose enérgicamente en un acto de caridad política, amó y sufrió por sus tierras y la gente, especialmente por los sectores más humildes. Fué un ser humano con una permanente disposición, para acercarse a los pobres y necesitados, sumido de una gran humildad.

Renunció a ser arzobispo de Buenos Aires en 1872, por considerarse no apto para tan alto cargo. Pero tuvo que obedecer al Papa sus propuestas, como Obispo de Córdoba, en 1880.

Le toco afrontar las nuevas ideas del positivismo y el espíritu anticlerical que contenía. Por ello, desde Roma escribe una carta, donde expresa su disconformidad a los escritos de Juan Bautista Alberdi, por su prédica al auge económico, fomentar al país el afán de fortuna, según el filósofo Alejandro Korn.

Sin embargo, Esquiú se sentía rendido, todo le era discordante, inclusive el clero de su iglesia, “porque una cosa es predicar el Evangelio y otra vivirlo, Según Sánchez Loria.

Hay varias cuestiones políticas y económicas en la que no compartía.

Él fue coherente con su pensamiento que no residía en bienes materiales y poderes políticos de los hombres de este mundo.

En todos sus sermones hay un filamento de inspiración de aquel que influyo, notablemente en su vida y en su austeridad. El reconoció ser discípulo de Santos Tomas de Aquino y así lo demuestran todos sus sermones, Diarios y Ensayos.

El 13 de octubre de 1862 Esquiú residía en Tarija, se proponía escribir sobre “Las características del siglo XIX” a la luz de la fe escribió en su diario íntimo

lo siguiente: “desde el 14 de octubre quedan consagradas todas las mañanas a trabajar con la pluma en la mano, la tarde y alguna parte de la noche, proveeré a la escasez de mis conocimientos con la lectura de la materia y las de Santo Tomas “.

El profesor Bernardo Bravo Lira asegura, que Esquiú junto a Rafael Fernández Concha, (chileno 1832-1912) fueron autores americanos que anticiparon, el renacer tomista en Europa.

El mensaje tomista de Esquiú generó adhesiones e ironías.

Joaquín V. González dijo de él “rara vez habrán coincidido mejor los designios del poder temporal, con los íntimos anhelos de la conciencia religiosa”.

Paul Groussac lo recordaba diciendo “que iglesia argentina llorará siempre y difícilmente reemplazará”.

No fue interpretado por aquellos y sigue siendo mártir de la incomprensión.

La razón científica está sumergida en muchos interrogantes sin resolver.

El supuesto eslabón perdido, según la teoría Darwiniana, aquel que expreso su teoría de la evolución, que mantuvo la tesis del origen animal al hombre, precisamente con el mono por encontrar características similares y que fue evolucionado hasta llegar al hombre. Pero ese eslabón que uniera el pase del animal al ser humano no aparece aún.

No logramos resolver y conocer el cosmos, los agujeros negros o evitar el envejecimiento. No podemos encontrar remedios para enfermedades medievales que retornan hoy. Un virus bastó para mostrarnos lo endeble que somos y aún seguimos aferrados a cosas materiales. ¿O acaso, ese presidente que abrazaba la caja fuerte, pensaba, que su alegría la borraría la muerte en pocos días?

Es totalmente cierto, todo es temporal y no debemos aferrarnos con codicia y desvelo a algo que no nos servirá. Fray Mamerto abogó durante toda su vida para demostrar la existencia de Dios como Santo Tomas de Aquino. Por ello dedico su prédica a difundir las palabras bíblicas. Y el hombre sigue aun dudando.

Hasta que desesperado en su lecho de muerte se da cuenta de que todo es temporal, en este mundo. Dios existe.

FUENTES CONSULTADAS:

Sánchez de Loria Parodi, Horacio M.

"El pensamiento político de fray Mamerto Esquiú "

El autor es Abogado (UBA). Licenciado en Psicología (UBA). Doctor en Derecho (UBA). Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra).

Miembros de varias instituciones científicas, entre ellas la Sociedad Tomista Argentina y el Instituto de Filosofía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.

Autor de once libros y más de cincuenta artículos en revistas científicas del país y del extranjero.

Aquino Santo Tomás "Antropología humana" https://www.abc.com.py/.../antropologia-de-santo-tomas...

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