La petrolera Raizen, licenciataria de la marca Shell, anunció un aumento del 3,8% en los precios de combustibles a nivel nacional, a partir de la medianoche del miércoles 15 de marzo. Este es el cuarto y último aumento previsto en el acuerdo entre el Gobierno Nacional y las empresas petroleras, que estableció un tope en las subas de la nafta por el plazo de cuatro meses, con el fin de absorber los incrementos en los biocombustibles, los costos logísticos y la variación en el tipo de cambio oficial.

El programa denominado “Precios Justos” fue considerado positivo por las empresas que firmaron, dado que les permitió contar con una previsibilidad en el mercado y contener la inflación. En el mismo participaron las compañías YPF, Panamerican Energy, Raizen y Trafigura, las cuales hicieron efectivo el aumento pautado durante los últimos cuatro meses.

El acuerdo también estableció que el Estado garantizaría el acceso a divisas para las empresas, especialmente para el abastecimiento de lubricantes, y reduciría temporalmente impuestos en la importación de combustibles para garantizar el abastecimiento para los sectores del agro. Además, se postergó la aplicación de los incrementos a los impuestos a los combustibles, correspondientes a varios trimestres, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.

Se espera que a partir del 1° de abril de 2023 se realice la actualización trimestral de precios. Después de que todas las empresas concreten el último aumento, se volverá a mantener reuniones con el Gobierno Nacional para negociar otro acuerdo con base a las expectativas inflacionarias.

Por otra parte, en febrero el Gobierno restableció un régimen de incentivos para el abastecimiento interno de combustible, mediante el cual las empresas refinadoras y/o refinadoras integradas podrán obtener una participación bimestral móvil en el abastecimiento interno de gasoil y/o naftas si revisten la calidad de abastecedores domésticos excedentarios de dichos productos.