Por María Belen Cura

Dicen que las callecitas de Buenos Aires tienen ese “no sé qué” que enamora, una de las tantas provincias de Argentina que invoca esas raíces europeas que nos unen.

Esta vez desde Europa llegó “Pieró” basado en la novela infantil del frances Michel Tournier, “Peró ou les secrets de la nuit”, publicada en 1979. Luego de 13 años el holandés Guss Ponsioen lleva al teatro esta novela componiéndole, así, la música y letra.

Luego de un éxito trascendental en Europa, y después de tantos años, el musical evocado para toda la familia llega a Argentina de la mano de una coproducción Suiza-Argentina y que por primera vez es hablada en español.

Este musical logra que afloren Todos los sentimientos, la importancia de los valores como el respeto, que te atrapa y te hace sentir parte en un mundo donde el amor es el estandarte principal, y que por medio de las aventuras que conlleva nos presenta a cómicos personajes.

Tanto Sol (Gabriela Genovese) como Luna (Hernan Matorra) brillan en esta historia que nos muestra todas las variantes en el sentimiento del amor, su luz y sombra, sus alegrías y penas, sus ocurrencias y sus necedades. Y a su vez nos envuelven en su propia historia de amor.

Este musical logra transportar a los adultos a recuerdos de, tal vez, algún amor, y a lo más chicos les muestra, de una sutil manera, preciosos valores sobre las relaciones.

Y es así, como entre cantos, humor y bailes “La Sol” y “El Luna” conducen la historia sobre “Pieró” el panadero, “Colombina” la lavandera y “Pallettino” el artista, tres títeres maravillosamente manejados por Jorge Albert y Frida León Beraud, donde reiras, participaras, y hasta podrás soltar una lagrima.

Pero todo esto va de la mano al escenario con Gaston Marioni, este joven director, con una larga trayectoria que supo llevar al teatro no solo obras infantiles como “tanguito Mio, un musical bien guapito” en el 2011, si no, también para adultos como “El elogio de la risa” en el 2017. Ya con varios premios en su carrera nos comenta un poco de este musical que hace resaltar el amor en todas sus formas, llevando un mensaje de respeto y tolerancia entre las relaciones.

Con su basta experiencia, decidimos preguntarle su apreciación sobre esta obra, entre otras cosas.

- ¿En qué momento llega “Pieró” a tu vida?

- “Pieró” llega a mi vida en un momento en donde vengo con un recorrido bastante extenso con respecto al teatro para las infancias. He trabajado muchísimo para chicos y chicas, lo que se conocía antes como teatro para niños. Y creo que “Pieró” llega en un momento de bastante madurez, porque he recorrido un camino de casi 20 años, de dedicarme al género teatral de las infancias. Así que llega en un momento, creo que bastante ideal, y muy amoroso.

- ¿Qué libertades tuviste a la hora de dirigir este musical?

- Respecto a las libertades que tuve a la hora de dirigir esta musical, todas, porque realmente todo el equipo creativo con el que trabajamos me dio muchísima libertad para para poder laburar, para poder tomar decisiones respecto a cómo pensar este texto que viene de otro país, de otra cultura, “Pieró” o “Los secretos de la noche”, que ese es el título original de este musical, se estrenó en el año 94, han pasado muchísimos años y por supuesto que hay marcos sociales y culturales que se han modificado. Y además de eso, la cuestión de la traslación cultural, por supuesto, no es lo mismo la idiosincrasia europea que la Latina nuestra. Así que tuve toda la libertad para poder repensar y reacomodar todo el texto reacomodar el texto y la visión de la obra.

- ¿Que representa más un reto a la hora de dirigir para un público, el infantil o adulto?

- He escrito y dirigido teatro para para pibes y también para adultos. Y siento que siempre es un es un desafío, ambos públicos. No creo que uno sea más difícil que el otro. Sí, sé que son diferentes a la hora de imaginar, digo cuando uno dice, una puesta en escena o cuando uno piensa un criterio de dirección y de cómo se va a representar y a llevar adelante esa representación, por supuesto que a la hora de pensar ¿Cuál es el el sujeto que va a Estar sentado en la platea, mirando? saber que va a haber niños y niñas, por supuesto que hace prender la lamparita de otro tipo de procedimientos que al público adulto. Creo que los retos son por igual, tanto para adultos como como como para niños, yo no encuentro diferencia en términos de dificultad, si por supuesto de mucha, mucha atención de saber qué procedimientos uno va a usar si se trata de un tipo de público o del otro.

- ¿Tenes alguna reflexión personal que quieras compartir respecto a “Pieró” y su idea sobre el amor?

- Sí, yo creo que los textos clásicos, porque este es un clásico de la cultura del teatro musical europeo, volver a pensarlo casi 20 años después o 30 años después tienen el valor de poder pensarnos en la historia como sociedad. Me imagino que habrá significado “Pieró” cuando se estrenó, allá en los 90, y como hoy significa otra cosa o puede abrir a otras significaciones ya entrados en el 2023. Por supuesto que la idea del amor de los vínculos en los 90, por suerte, no es la misma que tenemos hoy y creo que “Pieró” te que hoy está presente en un escenario que digo, si el teatro es también es un compartir con los demás, me parece que poder compartir la posibilidad de una mirada superadora con respecto al amor y por sobre todo como nos gestionamos los vínculos de amor y por suerte hoy de una manera mucho más abierta, mucho más inclusiva, en donde se respete la tolerancia y en donde realmente no hay fórmulas cerradas a cómo gestionarse espacios de amor, entonces creo que ahí “Pieró” enciende una lucecita para que papá, mamá y niños y niñas al terminar la función en esa caminata de la salida del teatro, puedan reflexionar respecto a esto, así que creo que “Pieró” traer hoy un aire fresco amoroso, inclusivo y respetuoso respecto al amor.

Con estas preguntas nos despedimos de Gastón Marioni, un gran director que comparte, desde una gran humildad, esta profunda reflexión sobre el amor y sus formas, además de llevar al escenario en esta magnifica obra.