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Espectáculos

El triángulo de la tristeza, las apariencias y el capitalismo salvaje en tono humor negro

La película nominada a tres Oscar, es la nueva creación del director sueco Ruben Östlund, dos veces ganador de la Palma de Oro en Cannes

El premiado director y guionista sueco Ruben Östlund, dos veces ganador de la Palma de Oro en Cannes, regresa a los cines con “El triángulo de la tristeza”, una comedia negrísima sobre las injusticias del capitalismo salvaje que indiscutiblemente lleva su sello. El filme suma tres nominaciones a los próximos Oscar en categorías de peso como mejor película, mejor director y mejor guión original. Y, al igual que las anteriores obras de Östlund, “Fuerza mayor” y “The Square”, también ha levantado cierta polémica por su tono salvaje y despiadado. El cineasta de 48 años explora aquí el mundo de los ultrarricos, la apariencia, la avaricia, las diferencias de clase y la frivolidad de la alta sociedad.

“El triángulo de la tristeza” está dividida en tres episodios: “Carl & Yaya”, “El yate” y “La isla”. La primera parte tiene como protagonistas a una pareja de jóvenes modelos e influencers (Harris Dickinson y Charlbi Dean) que pelean por cuestiones de dinero (y por lo tanto de poder); la segunda está ambientada en un crucero de lujo cuyo capitán borrachín es el conocido Woody Harrelson y, entre citas a Marx, se produce una tormenta y recibe un ataque de piratas; y la tercera tiene que ver con la supervivencia de algunos pasajeros y tripulantes en una isla supuestamente desierta donde las miserias, mentiras y manipulaciones se exacerban.

TRIÁNGULO DE LA TRISTEZA TRAILER OFICIAL

“Encontré la idea sobre la que gira la película pensando en la belleza y el sexo como una forma de divisa”, dijo Ruben Östlund en charla con la revista Variety.

“Desde que conocí a mi esposa, Sina Görcz, que es fotógrafa de moda, quise escuchar todo lo que me pudiera decir sobre ese mundo. Me interesó especialmente cuando me empezó a contar sobre los modelos masculinos y el hecho de que solo cobraran un cuarto o un tercio de lo que conseguían las mujeres en la industria. Me explicó la historia de uno de sus amigos, un hombre que trabajaba como mecánico y al que encontraron unos agentes de modelos en plena calle. Dos años después, se había convertido en uno de los modelos mejor pagados del mundo. Consiguió prosperar por el mero hecho de ser lindo, por su belleza. Ahí encontré el punto de partida para la película”, explicó.

El director consiguió reunir a intérpretes de la escena europea con una figura de primer nivel de Hollywood y una desconocida actriz filipina. “El triángulo de la tristeza” está protagonizada por Harris Dickinson, Charlbi Dean, Vicki Berlin, Zlatko Buric, Woody Harrelson y Dolly de Leon. Es precisamente esta última, una actriz filipina que llegó a ojos del realizador sin contar siquiera con representante, la que más aplausos ha cosechado por su trabajo. Tanto que ha llegado a estar nominada como mejor actriz de reparto en los recientes Globos de Oro. “Me parecía una opción fantástica para interpretar a alguien que está en un estrato social de lo más bajo y después en lo más alto”, comentó Östlund. “En la película, cuando se quedan tirados en la isla con un bote salvavidas, hay solo tres escenas en las que se erige en líder del grupo. Cuando dice la frase de que en el barco ella es la mujer de la limpieza y en la isla la capitana, creo que lo hace de una manera extraordinaria”, señaló.

Claramente “El triángulo de la tristeza” es una sátira, un género que en los últimos años viene cosechando premios. Sucedió con “The Square”, la anterior película de Ostlund, y también con la surcoreana “Parasite”, que incluso se llevó el Oscar a mejor película. ¿Por qué se da esto? ¿Hay una mirada renovada sobre la ironía y el humor? “Hasta cierto punto, el cine de autor no se ha relacionado mucho con el humor. Era como un género en sí mismo”, explicó el realizador. “Si hacés cine de autor, parece que tenés que tratar problemas sociales y económicos importantes. Y acudir a ver la película es para el espectador como un modo de participar en esos temas. Por otro lado, está el cine estadounidense, que no se basa en las ayudas del Estado: o llevás espectadores o vas a la quiebra. La desventaja del sistema europeo es que si tenés dinero público estás a salvo. Cuando consigo financiación del Instituto Sueco estoy a salvo y no tengo que buscar espectadores. El cine europeo se desarrolla de un modo en el que hemos perdido la conexión con el público”, admitió.

En ese sentido, Östlund agregó que, “en los años 70 u 80, las películas de Buñuel o Lina Wertmüller eran divertidas y entretenidas y, al mismo tiempo, provocaban preguntas sobre la sociedad. Siento que existe la posibilidad de que el cine sea un evento en el que el espectador participa del espectáculo y de una experiencia, en lugar del cine de autor europeo, que tranquilamente se puede ver en casa. Es el acercamiento que tengo: hacer algo más salvaje, una montaña rusa para adultos”, afirmó.

Más allá de las nominaciones y los premios recibidos, “El triángulo de la tristeza” fue cuestionada por algunos críticos, que la tacharon de “poco sutil”, “escatológica” y hasta “complaciente”. “Está claro que es más cómodo no mirarte ni confrontarte a vos mismo”, dijo al respecto el director. “Por supuesto que podés pensar negativamente de cualquier película, pero, en perspectiva histórica, la comedia tiene menos prestigio que el drama. Es una convención: «Los Monty Phyton son divertidos, tienen público, pero no es cine de calidad». Es una tradición en las críticas. Es como la teoría sociológica de Pierre Bourdieu del «habitus», cuando dice que si tenés tal cantidad de dinero y tal cantidad de capital cultural, te vas a vestir de determinada manera. Es casi así de simple”, opinó.

De todas maneras, la película nominada a tres Oscar provocan muchas preguntas sobre la sociedad actual. “Vivimos en una sociedad que está completamente obsesionada con lo individual, que trata de encontrar todas las respuestas cegada por esa idea”, observó el cineasta sueco. “Tratamos de encontrar al bueno y al malo. Sucede en las noticias: se explica un conflicto y hay que posicionarse en contra o favor de alguien, de una persona en concreto. Y, si mirás nuestro comportamiento desde fuera, desde el contexto materialista en el que nos movemos, comprendés más cosas. Tenemos que empezar a ver nuestro comportamiento con distancia y no cegarnos con la idea de lo individual”, concluyó.

El triángulo de la tristeza se estrena en las salas Shopping Terminal y Alto del Solar y podes chequear los horarios de cartelera en www.miboleteria.com.ar

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