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Mundo

China - Taiwán, los fantasmas del presente.

La disputa entre China y Taiwán comenzó hace más de setenta años en 1949 y aun continua. Seguramente nos dará más que hablar.
Flavio Goldvaser

Por Flavio Goldvaser

La disputa entre China y Taiwán comenzó hace más de setenta años en 1949, cuando China se dividió en dos naciones después de la cruenta guerra civil que dividió a aquel país. Mientras que el Partido Comunista ganó la contienda y tomó el control de la China continental, los integrantes del Partido Nacionalista se vieron forzados a huir y refugiarse en la isla de Taiwán.

Desde entonces, China ve a Taiwán como una provincia rebelde que debe reunificarse con el resto del país mientras que esta isla se considera una nación soberana e independiente.

Aunque en los últimos años la tensión entre ambos países comenzó a disminuir gracias al comercio bilateral sobre todo en materia tecnológica, acuerdos diplomáticos y al respaldo económico militar constante de Estados Unidos que hasta el momento funcionó como un freno a cualquier aventura armada de China sobre territorio taiwanés.

Pero el incremento de las maniobras militares chinas de los últimos meses, que incluyó varias violaciones al espacio aéreo y marítimo de Taiwán, nos demuestra que el conflicto aún persiste, especialmente en lo que respecta a las posibilidades de una invasión militar.

Las capacidades militares de China y Taiwán

China es uno de los países más poderosos del mundo en términos militares. Con un ejército de más de dos millones de soldados y un gasto anual en materia de defensa que supera los 250 mil millones de dólares, China tiene una gran ventaja en términos de recursos militares. Además de que el país se encuentra en medio de una carrera armamentista que le ha permitido desarrollar una serie de avanzadas armas que incluyen misiles, drones y capacidades cibernéticas que la han colocado a la par de Estados Unidos.

Por otro lado, Taiwán también cuenta con un ejército bien entrenado y equipado y ha aumentado sus esfuerzos de defensa en los últimos años debido a la amenaza de una invasión por parte de China. Sin embargo, en comparación con este país, sus recursos son limitados.

Aunque es difícil predecir con certeza el resultado de una posible invasión a Taiwán, la superioridad militar de China es evidente.

Implicaciones políticas y económicas

Una invasión de China a Taiwán tendría graves consecuencias políticas y económicas, ya que al existir muchos países que si bien no reconocen la soberanía de Taiwán y mantienen relaciones oficiales con China; al estar en contra de la resolución de los conflictos a través de las armas; habría que preguntarse qué posición tomarían sus respectivos gobiernos en caso de un conflicto militar. De hecho, recientemente Francia sostuvo públicamente que su país no debería intervenir en aquel conflicto dejando que Estados Unidos se arregle con el problema.

Asimismo una invasión podría llevar a una mayor presió

n diplomática por parte de China para que otros países dejen de ver a Taiwán como un país independiente.

En segundo lugar, una invasión de China a Taiwán también podría afectar la economía global. Taiwán es un importante centro de producción de tecnología y muchos de los productos electrónicos más utilizados a nivel mundial (incluido China) son fabricados allí por lo que una interrupción en la producción y distribución de estos productos debido a un conflicto militar tendría un gran impacto en la economía global.

Y afectaría el comercio mundial de alimentos ya que debido al conflicto seguramente Estados Unidos impondría con su armada un bloqueo marítimo al comercio de bienes y alimentos con el gigante asiático.

Además, una invasión podría afectar la estabilidad y seguridad en Asia ya que al ser Taiwán un aliado estratégico de Estados Unidos, esta invasión de China podría provocar una respuesta militar de otros países de la región como por ejemplo Australia y Japón, desencadenando un conflicto a gran escala.

Además de desencadenar una carrera armamentista en la región ya que varios países como Vietnam podrían sentirse amenazados por China aumentando sus defensas militares y preparándose para un potencial conflicto.

Por último, una invasión de China a Taiwán tendría un impacto negativo en otros ámbitos. Taiwán es una democracia enérgica y vibrante y una invasión de China podría poner fin a décadas de progreso en la protección de los derechos humanos y la libertad política.

Lecciones políticas

China no es ni un novato ni un país de segundo orden en lo que respecta a relaciones internacionales y si está considerando un conflicto armado con Taiwán es porque tiene la convicción que podrá lograr sus objetivos a un costo tolerable y sin provocar su propia autodestrucción.

Y eso se debe en parte a que China percibe a su contraparte (no Taiwán, Estados Unidos) como un país en decadencia y totalmente debilitado moralmente que, manejado por Joe Biden es incapaz de ejercer un liderazgo claro a nivel mundial y está perdiendo su influencia política en todo el orbe. Pudiendo citar como ejemplos más destacados la retirada de las tropas americanas de Afganistán y la guerra en Ucrania que sostenida por Estados Unidos también está debilitando su economía además de la utilización de gran parte de sus reservas militares.

China ve también a Estados Unidos desbordado por conflictos internos que están desgarrando su entramado social, que ni siquiera puede resolver una crisis inmigratoria en su frontera sur.

Por eso la disputa entre China y Taiwán es un recordatorio poderoso de las complejidades de la política internacional y los desafíos que enfrentan las naciones en busca de la paz y la estabilidad.

En última instancia, mientras que el diálogo y la diplomacia son imprescindibles para evitar enfrentamientos violentos y conflictos bélicos logrando una convivencia pacífica, los mismos deben ser apoyados por un liderazgo fuerte y manifiesto en los que las naciones y líderes mundiales tomen la responsabilidad de tomar decisiones sabias y justas que promuevan la paz y la estabilidad en el planeta.

Y donde la protección de los derechos humanos y la democracia junto a la lucha por la libertad sean una causa digna de mantener y proteger.

Conflicto Guerra

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