Con la condena por abuso sexual del intendente de Puerta de Corral Quemado, Enrique Aybar, muchas voces de "Juntos por el Cambio" salieron a expresar su repudio. En política, no es necesario esperar la sentencia, cualquiera fuere el motivo de la misma, para exigir la renuncia de un funcionario. Basta que se sospeche que cometió un delito o que se le impute, para que el funcionario, cualquiera sea su rango, de un paso al costado, pida licencia o renuncie.

Es evidente que durante todo el tiempo que el intendente condenado fue un imputado, guardaron silencio y lo que es peor, muchos de los que hoy repudian su comportamiento doloso compartieron boleta con el intendente condenado, cuando ya había sido imputado y había muchos indicios de que sería condenado. En la misma línea trazada en el primer párrafo, se puede sostener que ni el funcionario dio un paso al costado ni muchos de sus críticos actuales se lo exigieron.

Sí es justo y debemos reconocer que muchos dirigentes de "Juntos por el Cambio" se opusieron a su candidatura, confirmando nuestra posición de que no se debe convalidar  ninguna candidatura de alguien que está imputado o que es sospechoso de haber cometido un delito doloso, tal como lo confirmó la condena ulterior.  Nos estamos refiriendo concretamente a las dirigentes que oportunamente se opusieron, Marita Colombo, María Luisa Moreno, Tiana Tarifa Acosta por citar algunas.

Este oportunismo político cada vez más evidente, nos hace reflexionar y también entender porque la clase política esta tan desprestigiada y devaluada, sobre todo entre los más jóvenes. La conclusión que sacamos cuando observamos las redes sociales, es que la juventud está cada vez más cerca del “que se vayan todos”, que sabemos, por experiencia, no es la solución generar vacíos de poder. Sí resulta necesario separar la paja del trigo, como dice el refrán. Separar a través del sufragio popular, a los oportunistas de siempre, a los que se ocupan de ensuciar algo tan necesario y noble como es el ejercicio sano de la política.

La ansiedad por publicar algo, apurados, tratando de “aprovechar” el momento, no hace más que poner en evidencia este oportunismo y el fin buscado de tener mas seguidores y estar presentes se vuelve en contra. Deberían preocuparse más por ser coherentes, entre lo que dicen y lo que hacen, entre sus dichos y sus actos, que andar corriendo detrás de los temas de actualidad, que les permiten el tan ansiado “posicionamiento”.

Deberían aprender de la famosa frase: “prefiero ser amo de mi silencio que esclavo de mis palabras”. Cada vez son más esclavos de sus huecas e intrascendentes acciones y palabras. Es común observar a ciertos dirigentes que hoy defienden una posición que hasta hace poco repudiaban y viceversa. Hay muchos ejemplos. Los ciudadanos de a pie, deben estar atentos, tener memoria, y premiar con su voto, a los dirigentes probos y coherentes.