Hubo movimientos que estaban controlados y se fueron soltando, lo que provoca un cambio de precios permanentes, y la gente la está pasando muy mal.

Si bien no hay una medición de una baja en ventas, con los programas que tiene el gobierno un poco nivelamos y la gente espera ese momento para comprar, sino tendríamos una crisis muy fuerte.

El problema radica con el tema del dólar agro que aumenta los precios en el arroz, el trigo, la harina, les subieron el precio a los productores y aumenta todo en el mercado interno, las medidas que están tomando no están pensadas con una visión a futuro.

En cuanto a abastecimiento, eso abre la cancha para la exportación, la gente no quiere vender acá y lo exporta, eso se está notando en la oferta de productos.

La situación es grave para nuestro sector, el trigo y la harina dependen exclusivamente del precio del dólar, cuando da un salto tan grande los molinos restringen y no venden. Pero más allá de eso, en materia prima el aumento de los costos es permanente, se suma a los aumentos salariales que se tienen que dar, estamos en un abismo de incertidumbre de saber si vamos a conseguir manteca, huevos con lo que vale ahora.

Hoy con 50 % de pobreza lo único qué importa es que político va a asumir y quien se va a quedar con los kiosquitos. Los políticos argentinos no les interesa lo que está pasando.

Tenemos un precio sugerido de referencia, dependiendo de los costos de alquiler y de insumos, cada panadería tiene la libertad de fijar los precios en cuanto a sus costos, en nuestra panadería el precio está en $500 y estamos pensando en subirlo a $550.

Hoy el centro industrial de panaderos está desarticulado, hace nueve años fue la última vez que se realizó elecciones, la tendrían que haber renovado y no lo hicieron. Hoy lo que están haciendo no es muy creíble, el año pasado hubo un amague, pero a la hora de llevar a cabo la reelección no se hizo.

Por lo pronto se llamó a una reunión para este día viernes, pero los industriales no van, no hay participación por el descreimiento que hay.

Hoy está Jury, que fue elegido hace diez años y morales de tesorero que nunca renovó. Hace siete años que el centro está acéfalo según la personería jurídica, cuando remamos en dulce de leche es mejor apartarse, los panaderos estamos más preocupados por ver de sostener nuestros negocios mientras que los que están en el centro hacen lo que quieren, el año pasado intenté que se avance en las elecciones, pero no tuvo eco, yo siento que me tomaron el pelo.

En el Centro Industrial de panaderos hay que cambiar varias cosas, es necesario un cambio en el estatuto, una redacción que está mal hecha y que impide representar gremialmente a sus afiliados, hoy todo lo que actúa el centro está viciado en la unidad y es necesario aclararlo, Es un beneficio para todos, pero hay gente que quiere que las cosas se hagan bien y otras no. Hoy el Centro industrial es un lugar para juntarnos a lustrar las botas.

Uno conoce el tema porque fui integrante en la comisión anterior, y la situación de nuestro sector es crítica.

Por ahora los proveedores están cumpliendo, pero en el tema harina en las nuevas listas de precios que ya no están vigentes, y creo que mientras más avance el año peor vamos a estar, la cosecha rondó los 12 millones de toneladas cuando se sabe cosechar 20. Algunos molineros, como hay poco pide más de lo que cuesta, y lamentablemente las reglas no están claras.

Sabemos comprar la harina a $2600 y hoy está en $3600. El problema también es que hay molinos que tienen subsidios y genera controversia en el sector.

En cuanto a las facturas o masas se dificulta cada vez más la producción, esto es desalentador y se va a poner peor, el país se está incendiando, y los políticos miran para otro lado.