El salto desde el balcón de su casa, en el tercer piso a la calle, dos hermanas gemelas argentinas de 12 años, llenó de dolor a los pobladores de una pequeña localidad de Cataluña, donde ocurrió, al tiempo que causó conmoción en Mar del Plata, ciudad de donde es oriunda su familia. La tragedia tendría un eventual trasfondo de bullying.

Alana falleció en el acto y su hermana Leila se encuentra internada en terapia intensiva en el Hospital Parc Taulí con heridas de gravedad. Enseguida se conoció la noticia, el pedido desde Mar del Plata del abuelo paterno de las niñas se hizo viral.

Gustavo Lima, abuelo de las niñas, contó que no tenía recursos para viajar a España para reunirse con su hijo, Lucas, abrió una cuenta en un banco y difundió el alias (lo puso hasta en su foto de perfil), pero en medio recibió un llamado que lo puso en camino, desde Cancillería, y después de tramitar pasaporte urgente en el aeropuerto lo ubicarían en el primer vuelo disponible. En Mar del Plata es taxista.

Hace cerca de tres años que la familia había decidido abandonar la Argentina para mudarse a España. Maia, la madre de las hermanas trabajaba en la cafetería Zero, en Sallent, donde se encontraba en el momento en que ellas se precipitaron desde el balcón.

En Mar del Plata, Alana y Leila iban a la escuela N°6, en la zona de Plaza Mitre, el centro de la Ciudad, hasta que, en 2020 partieron hacia España junto a sus padres, y su hermano menor, Amadeo, que tiene 10 años.

Aquí, Lucas había trabajado en la cocina del Hospital Interzonal General de Agudos, hasta principios de marzo, cuando había sido declarada la etapa 1 de la pandemia. Maia tiene ciudadanía española. Habían dejado el país como tantos argentinos "en busca de una vida mejor".

Su abuelo contó que los dos primeros años en España no fueron sencillos para ellos, hasta que consiguieron establecerse en Sallent, una población de unos 7 mil habitantes cerca de Barcelona, y mejorar su calidad de vida.

Pero las gemelas, al parecer, atravesaban un mal momento al punto de querer volver a Mar del Plata. Eso, según el abuelo, era lo que le habían dicho la última vez que hablaron por teléfono, hace aproximadamente un mes. También contó que en los últimos meses una de ellas "se había empezado a cortar el pelo y se empezó a vestir como un varoncito. Ella había decidido cambiar de género. Y en la escuela le hacían bullying, la molestaban mucho". Ella pretendía que la llamaran Ivan, no por su nombre, Alana. La llamaban "Ivana".

La tragedia ocurrió en la tarde del martes, a las 4. Las hermanas se dejaron caer desde el tercer piso del departamento donde vivían en Sallent. Los Mossos d’Esquadra, el cuerpo de policía catalán, fueron los primeros en llegar al lugar. En el balcón encontraron un par de sillas que las nenas usaron para ganar altura. A un lado había cartas manuscritas de cada una de las ellas.

A su abuelo, a quien las chicas siempre llamaron por su nombre, Gustavo, se le quiebra la voz al contar qué escribieron las nenas allí. "Leila dijo que, si su hermana no era feliz, ella tampoco lo sería el resto de su vida. Pero dijo que no quería morirse, que la quería acompañar porque estaban juntas en todo".

Alana, la chiquita que falleció a causa de la caída, "les pidió disculpas a todos" y, recordó Lima, "decía que no soportaba el acoso, el bullying que le estaban haciendo sus compañeros”. Según contaron compañeros de las gemelas en medios españolas, eran blanco de bullying por su acento argentino. Ellas no sabían hablar catalán.

Pero desde el departamento de Educación de la Generalitat, que es el gobierno catalán, desmienten que las chicas fueran blanco de bullying por su nacionalidad.

El alcalde Oriol Ribalta, al ser consultado sobre estas versiones, negó inicialmente que sufrieran bullying por ser argentinas, aunque luego afirmó que en la investigación "están todas las hipótesis abiertas".

Las hermanas cursaban primer año de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el Instituto Público Llobregat donde, según reveló el Ayuntamiento de la localidad, ambas recibían asistencia psicológica.

En el pueblo catalán se decretaron tres días "de luto" y se suspendieron todos los actos públicos programados, incluidos los de Carnaval. Al pie del edificio donde vivían las pequeñas marplatenses, sobre la calle Estació, hay velas encendidas, flores y mensajes que resumen el dolor de un pueblo, pesar que resonó también en estas playas del sur.