Estimado Dr. Justiniano Leyes:

Apelo a una antigua y maravillosa costumbre que ha quedado en desuso, que es enviarle una carta. Como usted podrá apreciar mi estimado doctor, solo uso la tecnología para enviársela, significa que en éste instante, mis palabras  viajaran a su encuentro por correo electrónico. Lo hago de este modo para graficar lo lejos que me siento de mi amada Catamarca, y para la nostalgia no hay tecnología que valga. Gracias a las redes sociales, estamos mas conectados e informados que antes, pero ni los teléfonos móviles ni el internet suplen el asado, los cafés con amigos y nuestros encuentros semanales, por eso he obviado zoom; meeting y toda otra forma de encuentro virtual, en ellos no hay olor a carne a la parrilla, ni nada que se parezca a esos encuentros bien argentinos.

Como le dije antes las redes sirven para estar informados, independientemente de donde se encuentre uno, como yo ahora que estoy en la fría Boston, esperando que llegue el verano y estudiando mucho, a pesar de que mis hijos me preguntan: ¿sirve tener un título en la Argentina? Imagínese Doctor lo que piensan ellos de perfeccionarse en USA, cuando en nuestro país todo se rige por el acomodo.

Le escribo estas líneas para contarle algo que me llamó la atención, un asado que salió en las redes sociales, para Ud. no va a ser ninguna novedad, pero para el resto si, la presentación en sociedad de un grupo que operaba en las sombras y que lo hemos hablado en nuestros encuentros, tanto en el Hotel Casino como en su Estudio Jurídico de la calle República, que son las reuniones de políticos de ambos bandos en la casa de “Mochi” Calderón.

La excusa de la reunión era el cumpleaños del siempre bien ponderado “Mochi”. ¿Adivine quién fue el anfitrión? Sí, el mismo, Ja! el otrora asador de los cumpleaños del vicegobernador Dusso, -adivinó- Enrique Cesarini, expresidente del Pro, el mismo que renovó la banca de diputado por el patio trasero, entrando una vez más a vegetar en la Legislatura Provincial, después de imponerse en la interna de Juntos por el Cambio financiado por Edgar Adhemar Bacchiani.

No faltó nadie, estaban Francisco Monti, el diputado Carlos Marcilli, el exdiputado Carlos Molina, el ex de todo Diego Figueroa, el concejal Fernando Navarro, el ex jefe regional de Anses ahora protegido por el vicegobernador Fernando Corrales Avila, empleados en la legislatura del bloque Pro y el casi diputado Mariano (que no tiene nada que ver con Homero) Manzi.

Faltó Dusso por eso se animaron a sacar fotos y publicarlas, o algún invitado, muy desprevenido, dejó constancia de la amena y muy bien regada reunión para la posteridad.

Las fotos provocaron, primero una sorpresa, y luego indignación por dos cosas; primero: quedó de manifiesto la confianza y el cariño de este grupo de dirigentes del Juntos por el Cambio por “Mochi” conocido operador del vicegobernador Dusso, segundo: es inapropiado publicar las fotos tomando vinos y whiskys muy caros en medio de una crisis casi terminal de nuestro país y en una provincia que encabeza los rankings de pobreza e indigencia de la región.

Demostrando o dejando una sensación que están de joda o no les importa el sufrimiento de los que tendrían que representar (el Pueblo).

Parece que todo se empieza a aclarar y que ya se cansaron de disimular, por ahí es el momento de que aparezca alguien que empiece a trabajar para liderar la oposición, para ello es necesario sincerar los posicionamientos políticos. El grupo contario a “Los Ángeles de Mochi” tomó nota. Habrá que ver que pasa...

¡¡¡ Fuerte Abrazo !!!

El Buchón

Beacon Hill, Boston, Massachusetts