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Tendencias

Cómo cuidar nuestra columna vertebral

La columna vertebral. El pilar del cuerpo

Las lesiones en la columna comienzan a desarrollarse mucho antes de que esta duela por primera vez. La mayoría se deben a efectos acumulativos: posturas incorrectas, hábitos de vida y un ritmo de vida estresante. La única prevención para no sufrir este tipo de dolencias, que puede condicionar la calidad de vida laboral y familiar, es tomar conciencia, prevenir y evitar estas prácticas nocivas.

 

Cuando hace miles de años el hombre se incorporó y comenzó a caminar sobre sus pies en forma erecta, empezaron los problemas para la columna vertebral. La columna de los animales, por ejemplo el perro y el caballo, soportan el peso como una viga. Por el contrario, la espalda de un ser humano, lo hace como un pilar. Cada vez que nos paramos o nos sentamos, la espalda trabaja en contra de la gravedad para sostener una estructura superior pesada.

 

Las formas que pueden tomar estas dolencias dependen de cuál sea su causa. Hay tres grupos:

1-La patología propia de la columna, o sea las enfermedades que actúan sobre la columna.

2-Son las enfermedades posturales, dependen del hábito que tenga un paciente, del trabajo que haga, del tipo de asiento que utiliza.

3- Es el de las patologías producidas por traumatismo.

 

¿Cómo es la columna?

La columna en el ser humano, está formada por 33 vértebras, separadas por el famoso disco que tiene la consistencia de una goma de borrar y esta para ayudar a amortiguar las tensiones, aparte de cuatro curvaturas suaves que le permiten distribuir el peso en las diferentes estructuras. Se divide en 5 zonas desde el cráneo hasta el cóccix: cervical, dorsal, lumbar, sacra y coccígea.

Pero para que estas trabajen adecuadamente, la columna debe estar en posición vertical y equilibrada. Si esto no sucede, surgen las patologías.

 

El disco, si la actividad del paciente, por ejemplo un trabajo pesado, la construcción o la actividad metalúrgica, constantemente está sobre exigiendo a la columna en la carga, empieza a sufrir un deterioro, y termina lesionándose. ¿Cómo se manifiesta esto? El disco sale de su lugar y comprime los nervios que pasan por el conducto medular y aparece la famosa hernia de disco. Pero los problemas no surgen tan sólo en quienes tienen actividades laborales con un gran trabajo físico. En el oficinista que está muchas horas sentado ante una computadora en una posición que no es la correcta, sobre todo cuando está con la columna flexionada, a los músculos paravertebrales, que son músculos que están a los costados de la columna, se los sobreexige.

 

El músculo exigido se agota, empieza a doler; este dolor genera un reflejo que produce más contractura muscular, porque el organismo es muy inteligente y trata que cuando hay una zona lesionada ésta se inmovilice para que de esta forma deje de doler. Este reflejo hace que los músculos que están alrededor de este músculo afectado se pongan tensos también, se contraigan, para dejar quieto ese músculo que previamente estaba lesionado. Esto genera un ida y vuelta, un círculo vicioso, que termina lesionando las partes afectadas. El resultado final son contracturas musculares que hay que tratar.

 

A las malas posturas, se ha sumado un ritmo de vida que repercute sobre el cuerpo. El stress es una situación de alarma, de alerta del organismo, que tiene distintas manifestaciones, hay individuos a quienes el stress se les manifiesta a nivel digestivo, ardor estomacal, hemorragias, úlceras; hay otros a los que se les manifiesta a través de contractura muscular. Esta contractura, cuando se produce sobre los músculos que están en la columna, provoca la misma sintomatología que en aquel individuo que utiliza mal la columna en su trabajo.

 

Prevención y cuidados

La vida sedentaria, la falta de ejercicio, las malas posturas, los esfuerzos físicos excesivos atentan contra la salud de la columna vertebral. Para evitar las dolencias, en general, hay un tratamiento único: no tener posturas viciosas. Aquella persona que por su actividad laboral tiene que estar muchas horas sentada, debe tener un asiento confortable, blando. Su columna no debe

estar inclinada; no debe estar siempre en la misma postura, tiene que hacer cambios periódicos de posición y es importante el ejercicio. El ejercicio normal, no específico para la columna, la caminata, la natación, la movilización sin cargas.

 

Estos ejercicios tienen que ser controlados, la movilidad reglada de la columna es buena. Lo que es muy malo para la columna son las grandes cargas, sobre todo en la flexión de la columna; por eso es recomendable, cuando una persona debe levantar cualquier tipo de carga (desde ladrillos a una bolsa del supermercado), no flexionar la columna, siempre trabajarla derecha, y las que

si se deben flexionar son las rodillas y la cadera. Cuando el dolor se hace presente es importante la consulta con el especialista.

 

Hay tratamientos específicos: ejercicios (de flexión, extensión, rotaciones, siempre sin carga o con carga suave), kinesiología, medicación, pero ya eso bajo la prescripción del médico. Haciendo la consulta en el momento apropiado, la patología de columna tiene solución.

 

Otras dolencias de la columna vertebral

La artrosis vertebral es una degeneración que sufre la columna vertebral que puede ser primaria, cuando no se conoce la causa, y secundaria, cuando se produce por traumatismo y/o mal uso de la columna. Según su localización, se distinguen tres tipos de artrosis: La artrosis cervical suele darse en personas de más de 40 o 45 años, aunque debido a los hábitos cotidianos esta edad va reduciéndose paulatinamente.

 

Origina en muchos casos dolores de cabeza, contracturas musculares en musculatura del cuello y trapecios, mareos y pérdida de la movilidad normal de las extremidades superiores. Radiológicamente se observan osteofitos (pequeños salientes óseos por deformación). La artrosis dorsal prácticamente no produce dolor, salvo en casos de contracturas paravertebrales muy severas, a nivel de los omóplatos.

 

La artrosis lumbar, es junto con la artrosis cervical, la más frecuente, produciendo dolor importante en la mayor parte de los casos, donde se producen importantes contracturas musculares en los glúteos, y paravertebrales lumbares. En todos los casos es conveniente la realización de ejercicio moderado, estiramientos de espalda suaves, calor local y aplicación de masajes periódicos

para que las contracturas musculares no se vuelvan crónicas. Hay que tener en cuenta que aunque radiológicamente exista artrosis, si muscularmente estamos bien, los dolores apenas aparecerán.

 

Dr. David Sznajderhaus

Médico Deportólogo

MN 70.630

columna columna vertebral hernia de disco

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