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Opinión

Lucía Corpacci es Alicia en el país de la joda

Editorial

Cómo siempre que se le pregunta algo que la puede comprometer, responde evitando ir al punto central de la cuestión. Cómo fue su lamentable gestión en la gobernación, nunca se hizo cargo de nada y busco cuánto chivo espiratorio había para poder hacer lo que se le ocurriera. Para ello contó con la inestimable ayuda de la prensa "libre". En realidad, chascarrillo aparte, Lucía Corpacci organizó y financió con el dinero de los catamarqueños, un descomunal aparato de prensa, extorsivo por naturaleza con todos los medios. En efecto cambiada los cheques de la pauta oficial por tapas de diarios y títulos rimbombantes que ensalzaban su figura por encima de cualquier verdad y por supuesto, del bienestar del pueblo.

Nunca estuvo comprometida con la realidad provincial y fue manejada por los esbirros de Armando "Bombón" Mercado, su sobrino Ángel Mercado y el nuevo rico Rubén Dusso. Siempre priorizando la caja y nunca le importaron demasiado las prioridades del interior profundo, como pretendía hacer creernos, donde en cada rincón se pueden ver las obras abandonadas, ya que como buena kirchnerista que es, inauguró obras falsas, es decir puro teatro para la “gilada”, que tontamente la aplaudía. Por ahí de refilón si el "negocio" cerraba había alguna gestión para atender algo importante. Un ejemplo el Parque Fotovoltaico de Antofagasta de la Sierra que funcionó sólo un día.

A las pruebas nos remitimos, basta solo mirar cómo vivían estos personajes antes de asumir en el gobierno de Lucia y ahora, la AFIP y la Justicia, cooptada por ella misma, siguen mirando para otro lado. Bueno, el caso de Dusso es increible, que llegó a la provincia con una mano atrás y otra adelante y hoy tiene más propiedades que el aloe vera. Las pruebas están y muchas a la vista. Ahora la señora no sabe que Raúl Jalil nombra parientes, amigos y punteros de ella. ¡Nunca sabe nada y lo increíble es que gobernó 8 años la provincia y ahora es senadora nacional por Catamarca! Y se hace la distraída o mejor dicho, la gran lectora de la ley Bases, cuando todos sabemos que lee poco y nada. ¡Mamita querida en las manos de quién estamos! De ella y de otros 71 senadores depende la suerte de los argentinos, es claro que no estamos en buenas manos si no tiene ni idea de lo que pasa en la provincia.

Tiene buena imagen aparente, “comprada” con el método extorsivo cuyo ariete era y sigue siendo en las sombras, Rodrigo González, pero no es mérito propio sino de lo que la rodea y enfrenta. Es hábil para presentarse como una inofensiva ama de casa, cuando es la jefa de cuanto ocurre a su lado. No es inocente ni ajena de lo que hace Jalil, pues tiene un “reparto de negocios” que está más vigente que nunca. En el gobierno, ella cogobierna y resultó que Raúl Jalil es un pelele de ella. No hay otra explicación si se advierte cómo fue la votación de los cuatro diputados nacionales sino no se entiende como la mayoría de Ministros, legisladores responden a ella. Es hora que deje de hacerse la distraída y empiece a hacerse cargo. El pueblo ya se dio cuenta de la mentira y no le cree más.

Lucía Corpacci pertenece al país de la joda, de los privilegios, del entuerto y los negociados. Jamás debemos olvidar que fue socia y amiga de José López, lugarteniente de julio De Vido en el esplendor de la Cámara Argentina de la Corrupción y el peculado, como muy bien los describe Centeno en los famosos cuadernos “Gloria”; López, que fue visto en numerosas ocasiones con Corpacci, son parte de la corrupción, de los bolsos y de los millones de dólares que se movían durante los gobiernos kirchneristas. Lucía pertenece al país de los privilegios, del curro, del dinero fácil, el país que el presidente Milei quiere dejar atrás y muchos conspicuos miembros de la casta, resisten, y se aferran a mantener el estado de cosas. Están agazapados, a la espera de una nueva oportunidad para hacernos un país más pobre y ellos, más ricos.

Lucía y los privilegios Catamarca opinión Los bolsos de López

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