Opinión

Deportistas transexuales, ¿discriminación, vacío legal o cobardía institucional?

El temor en la toma de decisiones en relación a la participación deportiva de personas
transexuales está generando una bola de nieve que, creo yo, será muy difícil de detener
si los responsables no hacen nada para darle solución al problema.
Ante todo quiero dejar bien en claro mi posición anti discriminatoria hacia toda la
comunidad LGBT del mundo, compartiendo y aceptando la igualdad de derechos ante
la ley.

Ahora bien, la vida está repleta de diferencias, muchas injustas e injustificadas y muchas
otras justas y justificadas. Contra las diferencias injustas e injustificadas debemos
dedicar todas nuestras fuerzas y luchar todos para transformarlas pero contra las
diferencias justas no; debemos reconocerlas, aceptarlas y seguir conviviendo con ellas
usándolas de plataforma para las batallas injustas.

El deporte, ha ido evolucionando históricamente desde los principios de la humanidad,
recién a mediados del siglo XX, podemos decir que se logró un equilibrio en sus
derechos a la práctica, reconociendo en ello la incansable lucha de inclusión y
reconocimiento de la mujer. No es idea de este escrito analizar esta situación sino, poder
asentarnos en un marco referencial temporal, donde reconocemos un único deporte
para hombres y mujeres.

Actualmente, ambos sexos, practican todos o la gran mayoría de los deportes con sus
adaptaciones y diferencias reglamentarias basadas en aportes de expertos de
diferentes áreas del conocimiento que desde un principio coinciden en que
biológicamente y fisiológicamente mujeres y hombres tienen diferencias como ser:

- Diferencias cromosómicas, mujer XX, hombre XY. Esta diferencia biológica
genera entre otras cosas síntesis diferenciada de proteínas y hormonas.
- Diferencias hormonales, hombres y mujeres poseen biológicamente ritmos y
proporciones hormonales diferentes; la diferencia más conocida se encuentra en
los niveles más elevados de testosterona en el hombre (generan alrededor de
20 veces más por día que la mujer) mientras que en la mujer se sintetizan mas
estrógenos. Más niveles de testosterona es igual a huesos y músculos más
fuertes, más producción de glóbulos rojos, entre algunos aspectos relevantes.

- Diferencias neurológicas y cerebrales, por lo general, el cerebro masculino
puede tener hasta un 11% más de tamaño y poseer una mayor proporción de
sustancia blanca, mientras que en la mujer suele ser más denso y tener mayor
proporción de materia gris.

- Genitales, estos órganos son los que mayor dimorfismo presentan desde el
nacimiento.

- Peso, altura y masa ósea y muscular, el diferente desarrollo músculo-esquelético
hace que el hombre tenga mayor peso, altura y fuerza.

- Distribución de las grasas, el metabolismo también presenta diferencias a nivel
biológico. Los estrógenos provocan que la mujer tienda a almacenar más grasas
y dificulta su consumo.

- Piel y glándulas, la piel de la mujer tiende a ser más fina y seca que la del
hombre que por contrapartida posee mayor cantidad de glándulas sudoríparas
lo que hace que sude más que la mujer.

- Gestión del flujo sanguíneo y temperatura corporal, el flujo de sangre en el
hombre es más proporcional que en la mujer que está más concentrado en el
torso y el abdomen.

- Corazón y pulmones, de media, estos órganos tienden a ser de mayor tamaño
en el hombre lo que le daría mayor fuerza y resistencia.

Muestra de esas diferencias, en lo estrictamente deportivo hay muchas, y no responden,
como leí o escuche por ahí, a falta de oportunidades o de condiciones de entrenamiento,
sino a cuestiones estrictamente relacionadas al desarrollo, dispuestas reitero, por la
naturaleza.

Por tal motivo tenemos que el hombre corre los 100 mts llanos (prueba
emblemática de velocidad) en menos de 10 segundos y la mujer aun no, o en halterofilia
(prueba de fuerza) de los JJOO, el hombre llega a levantar 473 kg y la mujer 310 kg, en
maratón (prueba emblemática de resistencia), el hombre está a segundos de bajar las
2 hs y la mujer aun no y podríamos enumerar muchas más diferencias, que no vienen
al caso pero que determinan que hombre y mujer no son mejores ni peores pero si
DIFERENTES.

Como vemos, hombres y mujeres o mujeres y hombres, son diferentes por cuestiones
naturales, así lo dispuso la naturaleza en su creación y esto debe ser respetado.
Respetar lo dispuesto por la naturaleza no debe ser considerado un acto discriminatorio
sino un acto de justicia y por eso pregunto ¿es justo que una mujer transexual, que
cuenta con las ventajas que la naturaleza le dio en su desarrollo, compita contra mujeres
no transexuales? Mi respuesta es NO, lo justo sería que compita contra otras mujeres
transexuales donde las diferencias serían menores.

¿Por qué hay menor cantidad de reclamos de hombres transexuales?, ¿son menos
deportistas? NO, también observamos, que un hombre transexual está en inferioridad
de condiciones ante un hombre no transexual, por eso no trasciende, porque no hacen
diferencia deportiva como si la hacen las mujeres transexuales.

Tratar de resolver el tema llevando a la mujer transexual a tratamientos para igualar
niveles hormonales, lo que algunos consideran una solución, para mí, no lo sería ya que
entre otras cosas, estamos desconociendo la ventaja ganada en el desarrollo fisiológico
por la mujer transexual mientras no lo era.

En resumen, creo que considerar discriminatorio a la participación de las mujeres
transexuales en competencias femeninas, es un grave error que, los verdaderos
responsables, no se animan a resolver, o que postergan su tratamiento parchando las
situaciones con medidas poco claras y hasta, en algunos casos, peligrosas para la salud
de las deportistas.

Luchemos por un mundo justo, razonablemente.

Deportes diferencias Mundo Justo transeuales

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web