El candidato no lo ha negado y ha reconocido esas reuniones que se enmarcan en diálogos para si le toca ser presidente modernizar el sistema laboral argentino.

En el caso de Barrionuevo fue más allá y está trabajando activamente para su candidatura. En el punto, la tendencia vulgar es mirar hacia atrás, no obstante, todavía quedan personas que miran hacia adelante porque el pasado básicamente ya no tiene remedio, nadie lo puede cambiar, solo que queda intentar hacer algo distinto. Es posible.

Qué es lo cuestionable de esto, nada o todo, depende de que como actúan los protagonistas de aquí en adelante. En los últimos días hemos visto desfilar por los principales medios periodísticos de la Argentina a dirigentes de la oposición y del oficialismo castigar duramente a Javier Milei porque se junta con lo que ellos denominan la casta.

Entonces nos preguntamos, ¿la mayoría de los que fustigan a Barrionuevo no son casta?, ¿Qué han hecho para combatir a Barrionuevo todos estos años? Seguramente más de uno haya acordado con él en un pasado no muy lejano, ese que es irremediable e invita a los hipócritas a rasgarse las vestiduras.

También en los principales medios ha desfilado en la última semana el analista político e historiador de origen italiano Loris “pura” Zanatta, que cada vez le hace más honor a su apellido y ha declarado que la corrupción no es un monopolio del populismo, que es muy difícil combatirla y que está presente en todos los sistemas.

También es infantil creer que Milei no tenga que hablar con la casta, si son todos de la casta. Al contrario, si es elegido presidente por el pueblo argentino, algo que puede suceder, deberá dialogar con ellos y encuadrarlos en una nueva idea que sea no bancar las corporaciones que han fundido a la Argentina.

A nuestros lectores los invitamos a pensar quienes en nuestra provincia son casta y quiénes no. No es difícil en una provincia donde la mayoría vive del estado, separar la paja del trigo. Ya sabemos, pueblo chico infierno grande. Sabemos quiénes son y en muchos casos, cuando las papas quemas, donde se esconden.

En nuestras redes publicaremos una encuesta para que Ud. digan quiénes son y quienes no, así daremos inicio al castanómetro, ese dispositivo que reconoce identidades, cantidades y lo que es más sorprendente, longitudes en el tiempo.

Por Justiniano Leyes