“Bueno, tenía que buscar trabajo... Encaminar mi vida laboral... por lo menos...
Muy pronto comencé a trabajar en una pequeña agencia de publicidad en el centro de Buenos Aires... Qué destino!...Primero me tocó ser recepcionista telefonista... Lugar pequeño, poca gente. Ninguno de los que trabajaban allí había estudiado la carrera de publicidad. Allí comencé a ver los "movimientos" típicos de mi profesión.
El mundo de las agencias, era un continuo fluir de personal de un lugar a otro por parte de quienes estábamos con ganas de trabajar en agencias de publicidad famosas... o tener un sueldo mejor.
Y sucedió que en esa primer agencia se fué el jefe de "Medios" y me dieron ese puesto a mi.
"Medios" es el área que planificaba los avisos de gráfica, radio y televisión (los espacios de publicidad) en los distintos diarios y revistas, en las distintas emisoras de radio y en los distintos canales de TV.
El ambiente era cordial y relajado. Había una mesa de ping pong para jugar en los ratos libres. Era un departamento grande y sin ventanas que dieran a la calle... El famoso "encierro" de la ciudad...
Aunque ya era una joven, la gran ciudad no me atraía... Muy atrás había quedado el disfrutar de la naturaleza, del sol, del río... Yo era una profesional que trabajaba más de 8 horas por día y viajaba en transporte público 3 horas (una hora y media de ida y lo mismo para el regreso)... Pero me esperaba mi casa... mamá con la cena...
Por un aviso en el diario cambié y me fuí a una de las agencias más famosas de Buenos Aires, asociada a otra gran agencia norteamericana...
Esta tenía los clientes más importantes de Argentina: conocida gaseosa, famosa marca de neumáticos, fábrica líder en alimentos, y muchos más...
Allí fuí asistente de quien era el contacto con el cliente quien fabricaba alimentos... Mi jefe, un señor muy elegante, inteligente, buena persona... De él aprendí mucho acerca de la publicidad y de la vida... Un grande! El decía cuando me veía vestida con un buzo celeste, que me parecía al adolescente (varón) de la película de Visconti: "Muerte en Venecia".
En ese lugar se podía apreciar el "mundo publicitario" en su máxima expresión: fiestas de lanzamiento de nuevos productos, campañas de televisión que se hicieron famosas como por ejemplo la de una mayonesa protagonizada por niños... filmaciones de cortos publicitarios...
Yo, fascinada con mi profesión!...
El lugar era enorme... El edificio de tres pisos estaba totalmente ocupado por el personal de esa agencia: en el tercer piso estaban los "creativos"... los que pensaban, diagramaban,redactaban, bocetaban los avisos... Allí conocí a quien después sería mi esposo...
Lo que sigue fueron tiempos de felicidad, de esfuerzos y de entender que esa era la vida que quería y ese era el hombre que amaba.
Entonces...Mi madre había planificado un viaje a Italia... Creo que ella presentía que sería su último viaje (para mi padre también lo fue)... Yo acepté su "invitación" aprovechando las vacaciones laborales.
Al viaje fuimos 6 personas: mi madre, mi padre, una mujer joven que era de la isla (delta) que vivía en casa, ayudaba a mi madre y gozaba de todos los mismos "derechos" que yo, su hija pequeña... Y yo....
No sé porqué relatar este viaje me provoca una sensación de tristeza... Será porque en Italia mi madre comenzó a sentir los primeros síntomas de la enfermedad que poco tiempo después la llevaría a la muerte?...Será porque la relación entre nosotras era muy tensa... ella no estaba de acuerdo con ese noviazgo ( le hubiera hecho caso!)... Será porque la hermana de mi madre tenía problemas de salud y siempre se sentía mal?
Estuvimos en Morazzone con los tres tíos: los dos hermanos de mi padre y la esposa de uno de ellos... Alteramos la calma de esa casa... Fuimos una "invasión"... Mucha gente para compatibilizar...
Hicimos algunos paseos... no recuerdo mucho...
Volvimos de ese viaje... Era el año de mi boda... Era el momento de formar una familia...
De Italia traía la tela blanca para mi vestido de la iglesia, la tela gris para el traje de él y una cafetera para nuestra vida de hogar..."
Por María Chiodo
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