El juicio a dos presuntos miembros de la célula yihadista y un presunto colaborador comenzó ante la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares y se prevé que se extienda hasta el 16 de diciembre.

Uno de los acusados se declaró arrepentido, mientras que los otros dos negaron tener vínculos con la organización; el primero en declarar fue Mohamed Houli Chemlal, de 23 años, acusado de pertenecer a una organización terrorista, fabricación y tenencia de explosivos y conspiración para causar estragos, delitos por los que la fiscalía solicita 41 años de cárcel, quien dijo con cierta apatía estar arrepentido y puso de relieve su "voluntad de colaborar" durante la instrucción, informó la agencia de noticias AFP.

Además, confesó que el plan principal de la célula era atentar con bombas contra objetivos icónicos como la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, pero se vio frustrado por una explosión accidental la noche del 16 de agosto en Alcanar, localidad costera donde los yihadistas preparaban los explosivos.

El segundo acusado es Driss Oukabir, marroquí de 31 años y hermano de uno de los atacantes de Cambrils, procesado con los mismos cargos y con una solicitud de 36 años de cárcel por alquilar la camioneta utilizada en las Ramblas. Oukabir aseguró que "no tenía relación con ellos" y que su hermano le pidió alquilar el vehículo para una mudanza. "Yo no era una persona religiosa ni practicante", dijo al acusado, que reconoció consumir alcohol y drogas.

El tercer procesado, Said Ben Iazza, para quien la fiscalía pide ocho años por prestar su vehículo y documentación a la célula, alegó desconocer sus planes.

Los ataques del 17 y 18 de agosto, reivindicados por el grupo Estado Islámico, tuvieron como escenarios la popular avenida de las Ramblas, en pleno centro de Barcelona, donde una camioneta arrolló a decenas de personas, y el paseo marítimo de Cambrils, 100 kilómetros al suroeste.

Los seis autores materiales fueron abatidos por la policía. Uno de ellos era Younes Abouyaaqoub, marroquí de 22 años que atropelló a 14 personas en las Ramblas el 17 agosto, y luego, mientras se fugaba, asesinó a otra persona para robarle el vehículo.

Horas después de esa masacre en Barcelona, cinco miembros de la célula perpetraron un segundo ataque en Cambrils, donde atropellaron a varios peatones en el paseo marítimo y acuchillaron mortalmente a una mujer.