El debate empezó a las 8.00 en el recinto del Juzgado Correccional. Luego de escuchar la acusación y las pruebas en su contra, el ahora condenado, de apellido Álvarez, le dijo al juez que era su deseo declarar.

Básicamente, el jubilado confesó haber abusado de la niña, quien por ese entonces tenía 3 años, y pidió perdón a la víctima y a su familia, dejaron trascender fuentes judiciales, ya que por tratarse de un delito de instancia privada, el debate fue a puertas cerradas.

Seguidamente, el fiscal Víctor Figueroa acordó con la defensa del imputado solicitar al juez se desista de los testigos, abriendo la rueda de alegatos.

El representante del Ministerio Público sostuvo la acusación en contra de Álvarez. Figueroa pidió una condena de tres años de prisión en suspenso por el delito de abuso sexual simple.

Luego hizo lo propio la defensa.

Finalmente y previo a escuchar la última palabra del jubilado, quien volvió a pedir perdón a la víctima, el juez dictó la sentencia. Declaró culpable a Álvarez por el delito de abuso sexual simple y en coincidencia con lo pedido por el fiscal en su alegato, lo condenó a la pena de tres años de prisión en suspenso.

En cuanto al hecho por el que fue condenado Álvarez, ocurrió en el departamento La Paz. El septuagenario aprovechó que la niña había ingresado a la vivienda de su propiedad -en donde jugaba en el fondo con otros niños- a buscar un juguete para tocarla en sus partes íntimas por sobre las prendas de vestir.