En un papelón sin precedentes en la política vernácula, el candidato a Intendente de El Rodeo, por el Frente Juntos por el Cambio, abandonó la que quizás haya sido la carrera más importante de su vida, que era la de transformarse a partir del 27 de octubre, en intendente de la Villa Turística más emblemática de Catamarca.

Al realizar y materializar su renuncia ante la Justicia Electoral con competencia electoral, demostró su total falta de criterio político, pues confundió las elecciones PASO, con una elección general, pues consideró que el candidato del Frente de Todos Armando Seco Santamarína era su rival directo en la reciente contienda electoral. Al mismo tiempo desconoció que la elección en realidad era para dirimir una interna o para alcanzar el objetivo de convalidar la candidatura.

Sin lugar a dudas, pasará a la historia de la peor manera, ya que afirmó "No soy la persona que pueda estar dirigiendo el municipio". La pregunta lógica es ¿Hace dos meses sí se sentía capaz? Su irresponsable actitud constituye una grave falta de respeto, en primer lugar al electorado, poco o mucho, que confió en él. Pero además, defraudó a sus compañeros de la lista. Al candidato a gobernador Dr. Roberto Gómez, y al resto de los candidatos  Una total falta de tino.

Si se siguen analizando sus declaraciones hasta podría resultar sospechosa su actitud, ya que reconocer anticipadamente como intendente electo, al actual intendente de la fuerza rival, es no sólo un dislate político, sino también un disparate jurídico.