Hice una declaración pública en mis redes sociales porque consideraba que debía hacerlo y esto aceleró también la interna que tuvimos el pasado 2 de abril, donde de pronto el movimiento renovador cedió alianzas con algunos sectores internos de los cuales yo no comparto, pero tampoco esa información fue debatida a los militantes para hablarlo.

Hay muchas cuestiones que nos enteramos por la prensa, y con estos sectores políticos no compartía en absoluto, yo soy una de las siete mujeres sancionadas en el 2021 y algunos actores políticos con los que se celebró alianza fueron algunos de nuestros ejecutores de esa sanción, que fue una cuestión política por violencia de género, se pidió la veda y también la Cámara electoral se refirió al respecto, pero tampoco podía decir en reuniones lo que a mí me parecía, no me parece o no estaba de acuerdo.

Sentí que de alguna forma se había fallado a la militancia y consideré dar un paso al costado a esto que de pronto, en lo cual a mí ya no representa ni un sector ni una línea, pasa a ser ya un sello donde algunas personas deciden de acuerdo a lo que les parece y no se respeta la opinión de la militancia, y cuando se pierde eso que deben tener los partidos políticos, puntualmente el radicalismo, dentro de lo que es el sector interno, me parecía que ya no podía estar así, por eso mi alejamiento y ayer lo hice público.

El no dar la palabra a la militancia trae estas consecuencias, los partidos políticos funcionan por la militancia y si ellos no pueden expresarse los partidos políticos pierden sentido, espero que las nuevas autoridades del radicalismo cambien. Escuché al nuevo presidente hablar de dialogismo, y ojalá así sea.

Desconozco quienes están y quienes no hoy en el radicalismo, por esta falta de llegada, pero veo como lo declaré, siento que cuando Brizuela del Moral falleció, se llevó con el también el movimiento renovador.

Mi rumbo será estar dentro del partido y seguir aportando, por supuesto mi matriz y mi sentir es seguir trabajando en las cuestiones de género, nuestro partido es muy machista, muy patriarcal y todavía la mujer no tiene el espacio real que debe tener.

Estas cuestiones de encabezar listas, de que haya un protocolo de violencia de género, es urgente entre las circunstancias de violencia y de acoso que existen, que hacemos con los candidatos que tienen denuncias.

Desde esa perspectiva voy a seguir trabajando, pero por el momento no en alguna línea. Si es posible hacer algún aporte desde otro lugar estaremos, pero consideraba que era necesario ser sincera con la militancia e informar de que ya no estoy en ese espacio y no estaré más.

No tiene que ver con la seducción de espacios, me llevo bien con todos los sectores como radicales en acción, pero no considero estar en otro sector, seguiré como una afiliada más aportando al partido como debe ser, hay mucho por trabajar todavía.

En la UCR en cuestiones de género falta muchísimo, y las mujeres que lleguen al poder tienen que atravesar un espacio de reconstrucción, no se trata de ir contra los hombres, sino, de una cuestión cultural con la que nacimos, pero también tiene que ver, con que tiene que haber hombres y mujeres en el partido que puedan romper esos moldes.

Se ve mucho sometimiento, hice una crítica a un comunicado, donde llamaba a la reflexión diciendo, “querido correligionario y correligionaria” donde sugería que aquellos que toman fotos o hacen videos en la UCR tengan perspectivas de género, y lo puedo decir ahora porque ya pasó la interna, donde sacaron un video en el comité de Valle Viejo donde salía hablando el ex intendente Jalile, y otras figuras masculinas, pero cuando salían hablando las mujeres solo ponían un fragmento de música y les silenciaban las palabras, tapando su discurso.

Para muchas mujeres eso es común, ese video fue simbólico, quienes tenían la voz eran esos hombres. Hablamos de un video que no tiene perspectiva de género, donde debemos trabajar en la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.

Tiene que haber mujeres que tengan su propia voz para defender sus derechos y visibilizar esto y que no sean silenciadas. Ojalá en el partido pueda darse el debate.

La UCR tiene como órgano de debate la convención radical, que tiene dos sesiones al año y alguna especial que se pueda dar, si no se produce una reforma para que se hagan más debates, no tan solo de la dirigencia sino, de la militancia, sino estamos muy mal. Hay mucha militancia que está olvidada y es la que está presente en cada elección llevando votos.