Las calles de la ciudad aparecieron con carteles donde Ruben Manzi de la Coalición Civica y Enrique Cesarini del PRO aparecen junto al pre candidato presidencial Horacio Rodriguez Larreta.

En estas condiciones y ante el inminente cierre de listas de cara a las elecciones ambos dirigentes locales utilizan una imagen nacional en busca de posicionarse y conseguir algo a cambio. Quizás juegan para desarmar a la oposición local en favor de Jalil.

Cierto es que la realidad indica que se trata de una suma de sellos partidarios, carente de los votos orgánicos, de la suma de dos, que en éste caso da cero. Algo así como cuando se juntan "el hambre y las ganas de comer". Ni la Coalición Cívica, ni el PRO local, por si solos, cuentan con los votos orgánicos necesarios para intentar algo, como sí los podría tener la UCR.

No es menos cierto que Manzi anda en Buenos Aires tras los pasos del larretismo en busca de ubicarse en alguna posición competitiva en el armado del alcalde porteño. Se lo puede ver con asiduidad en las oficinas del Bajo Belgrano, en el palacio municipal de la calle Uspallata o bien en el Bar London del centro porteño en busca de que en el larretismo lo atiendan y le den aunque sea un banquito en la siguiente foto, sobre todo si se tiene en cuenta que el 11 de diciembre vuelve al consultorio.

Lo triste de todo y para perjuicio del pre candidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta es que no le están acercando una propuesta competitiva en Catamarca de cara a su proyecto presidencial. Todo lo contrario, le están arrimando el lastre de la derrota, teniendo en cuenta que estos aventureros son socios de los perdedores en la interna radical.

En efecto, la incógnita de todo esto es saber que harán Fama y Monti luego de la estrepitosa caída en la interna. Es de suponer que serán orgánicos a la decisión de su partido y no competirán en una lista por fuera puesto que la organicidad fue la que siempre pregonaron como autoridades de la UCR local. No obstante, a nadie le gusta olfatear la pólvora y menos cuanto está mojada, de seguro siguen operando en la sombras, actuando como dobles agentes.

También llama la atención que los volantes que se repitieron por la zona céntrica tenian fotos de personas que no están en el armado que intentan sostener Manzi y Cesarini. Caras nuevas y cosas raras. Nada nuevo bajo el sol, viniendo de ese lado.

Toda una serie de incertidumbres que deberán aclararse de forma urgente y de la que se harán eco las respectivas autoridades provinciales y nacionales de Juntos por el Cambio. Continuará...