Personal del Centro Regional NOA Sur del Senasa actúa en sus fronteras, constituyéndose así, en la primera barrera de defensa del estatus zoofitosanitario argentino, interviniendo en la vigilancia y prevención del ingreso de plagas reglamentadas y enfermedades que afecten el patrimonio zoo-fitosanitario, contribuyendo con el comercio de exportación, importación y tránsito de los productos, subproductos y derivados de origen animal y vegetal, productos agroalimentarios, fármaco-veterinarios y agroquímicos, fertilizantes y enmiendas.

Estas acciones se realizan en resguardo de la sanidad agropecuaria y el patrimonio zoofitosanitario nacional, del turismo internacional y nacional, y de los estándares de calidad e inocuidad alimentaria, protegiendo de esta manera la salud de los consumidores y para mantener el reconocimiento internacional de la Argentina en su papel de proveedor confiable de alimentos inocuos y de calidad.

Dadas las características geográficas de nuestro país, el Senasa tiene, a lo largo de sus 14.493 Km., 131 puestos de control fronterizo, terrestres, marítimos, fluviales y aéreos, y 69 Terminales Portuarias / Plazoletas donde se controlan las cargas comerciales, los pasajeros y equipajes.

Los puntos de ingreso son aquellos donde el Senasa ha dispuesto la habilitación para brindar servicio a los operadores de comercio exterior en lo referente a la importación, exportación y tránsito hacia terceros países de plantas y productos de origen vegetal reglamentados.

”Desde la apertura del paso, dos mujeres y dos hombres, agentes de nuestro organismo cumplen tareas encomendadas desde la Supervisión de Barreras y Fronteras para de evitar el ingreso a nuestro país, la introducción y diseminación de plagas y enfermedades que afectarían la producción agrícola ganadera y forestal, puidiendo comprometer el estatus zoofitosanitario”, aseguró Juan Carlos Acevedo a cargo de la Supervisión de Fronteras en la región.

Acevedo remarcó también que: “Nuestros agentes cuentan con un espacio físico y confortable, con internet y con la indumentaria adecuada para que realicen su trabajo en medio de las condiciones climáticas y a 4.700 metros de altura en la cordillera de Los Andes antes de cruzar a Chile”.