Los actos litúrgicos tuvieron lugar en la Catedral Basílica y Santuario del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Valle. La Santa Misa fue presidida por el padre Ramón Carabajal, capellán de la Catedral Basílica y Santuario mariano, y concelebrada por los padres Gustavo Flores y Luis Páez, rector y capellán respectivamente.

Durante su homilía, el padre Carabajal destacó la importancia de celebrar el nacimiento de San Juan Bautista y cómo esto nos ayuda a reflexionar sobre nuestro propio nacimiento espiritual desde Dios. Hizo referencia al encuentro entre Isabel y María, resaltando el salto de alegría que experimentó el niño Juan al escuchar el saludo de María. De manera similar, el encuentro con Jesús nos llena de alegría y gozo, y nos impulsa a querer anunciar su mensaje. El padre Carabajal también destacó la misión de San Juan Bautista de preparar al pueblo para Jesús y enfatizó la importancia de preparar el corazón de los demás para recibir a Jesús mediante el cumplimiento de la voluntad de Dios y la plenitud del Espíritu.

Después de la Comunión, los fieles participaron en una procesión alrededor de la plaza 25 de Mayo, llevando las imágenes de San Juan Bautista y del Sagrado Corazón de Jesús, que se celebra de manera especial durante todo el mes. Durante la procesión, se entonaron cánticos y se realizaron oraciones como comunidad sinodal. El recorrido culminó en el Paseo de la Fe, donde se encendió una fogata. Al finalizar la celebración, los participantes disfrutaron de una chocolatada caliente preparada por grupos de servidores del Santuario.

En resumen, la ciudad Capital celebró el nacimiento de San Juan Bautista con una serie de actividades religiosas, incluyendo la Santa Misa, una procesión y la encendida de una fogata, seguida de un momento de convivencia con una chocolatada. Estos eventos promovieron la reflexión espiritual, la comunidad y la alegría en honor al patrono de la ciudad.