El lamentable episodio ocurrió en un operativo dispuesto sobre la Ruta provincial 34 en la ciudad de Fiambalá cuando un puesto de Gendarmería Nacional, en cumplimiento de órdenes impartidas por la superioridad secuestro un importante cargamento de carne de ganado caprino dispuesta para consumo humano, procedió al decomiso y secuestro de la mercadería.

Al realizarse la inspección sanitaria del mismo, se comprobó que los 270 kg. de carne de ganado caprino no reunía las condiciones de transporte hacia la localidad de Fiambalá.

No obstante y con el aval del municipio, la carne se vendió en la vía pública, colocando en peligro la seguridad y la salud pública de la población.

Como es de publico conocimiento, la Municipalidad de Fiambalá, desde hace varias semanas viene fomentando la venta de productos locales a través de la “Feria de pequeños productores”, especialmente los “vendedores” llegan de la zona norte del distrito. Según informa el Abaucandigital.com

El  municipio nunca cumplió con adecuar las intalaciones de la feria a los parámetro legales y sanitarios vigentes, promoviendo un predio ferial precaria, sucio, descuidado, con estructura con maderas, techo de ramas y piso de tierra (ranchos) donde debían ubicarse para vender verduras de estación, pan casero, queso criollo, quesillos, yuyos, y por sobre todo carne caprina y de cerdo, entre otras cosas.

Los pequeños productores traen sus productos desde Chuquisaca, Antinaco, Punta de Agua, Medanitos en camionetas que el municipio pone a disposición de ellos, y los medios de comunicación altamente rentados del gobierno municipal promocionan por sobre todo la venta de carne de “animal chico”, diciendo que es una manera de economizar y reemplazar la carne vacuna por la de cabrito a $140 el kg. agrega el portal citado.

El reclamo de los propietarios de carnicerías y otros comerciantes de Fiambalá se hizo sentir, “Es ilegal lo que hace el municipio, bromatología nos controla constantemente y es inflexible con nosotros por sobre todo en las normas de higiene, sin embargo ellos traen la carne de chivo, de cerdo, lo quesos criollos o quesillos en la caja de las camionetas tapada con nylon, como cualquier cosa, y a donde venden es muy precario, no tienen ni siquiera energía eléctrica o conexión de agua potable; si realmente le quieren darle una mano a la gente del norte que lo hagan como corresponde y no de esta manera precaria que hasta atentan con la salud de los consumidores”, manifiestan los comerciantes que se ven muy afectados.” Indico el Abaucandigital.com

Gendarmería Nacional en los controles que realiza en las rutas del distrito de Fiambalá pudo detectar el pasado viernes que en la caja de una camioneta Toyota y tapado con nylon, se transportaba 14 caprinos faenados que procedían de la localidad de Antinaco y que venían directamente a la feria municipal, los mismos fueron decomisado y estuvieron resguardados en el edificio de la fuerza. También se secuestró en el mismo lugar una arma de fuego (rifle), que el conductor no pudo demostrar su propiedad.

Luego de todo esto, por disposición de autoridades de la Municipalidad de Fiambalá y por intermedio del área de Bromatología Municipal se retiró la carne desde el edificio de Gendarmería Nacional y en lugar de incinerar o darle otro destino social, se reintegró a una persona cercana a la delegación municipal de Antinaco quien finalmente habría comercializado la carne en la vía pública –frente a una estación de servicios-, avalado por el municipio, burlando las leyes bromatológicas, Código Alimentario Nacional y a la propia Gendarmería Nacional, quienes procedieron dentro del marco legal y la función que les compete.