El juez más famoso de la servilleta de Carlos Corach, había cumplido 64 años el primero de febrero pasado. Se encontraba de licencia y hacia fines de enero había enviado una nota indicando que tomaría licencias anteriores hasta el mes de marzo.

Los rumores sobre su estado de salud comenzaron a circular en los pasillos de Comodoro Py en mayo del año pasado, cuando fue operado de un tumor en la cabeza. Al regresar a su Juzgado, comentó entre los allegados que los registros que indicaban la muerte de Bonadio eran exagerados.

Nadie podía presagiar un final tan abrupto por cuanto durante todo el 2019 se abocó por completo a las causas más trascendentales que tenía sobre su escritorio. Tanto que durante el año anterior volvió a procesar a la ex presidente y actual vicepresidente y a su antiguo aliado, preso en la cárcel de Marcos Paz hasta diciembre del año anterior que obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria en un country del Partido de Zárate.

Sobre fin de año logró separar parcialmente  la causa de los cuadernos de Centeno y firmó el auto de elevación a juicio oral, junto con otros expedientes anexos. Sin embargo ya para diciembre, sus colaboradores inmediatos notaban que la salud del juez comenzaba a deteriorarse rápidamente.

Tan fue así que después de la Fiestas de fin de año sus médicos notaron que su defensas iban en descenso, de tal modo que decidieron internarlo por prevención. Durante enero perdió todo contacto con sus allegados y el único que se ocupaba de los trámite de su padre, era su hijo Mariano Fulvio Bonadío.

Es preciso señalar que siendo el juez que tuvo la mayor cantidad de causas donde se investigaron los casos de corrupción de los tres mandatos que estuvo en el poder el kirchnerismo, la Ex presidenta de la Nación tuvo un enfrentamiento personal con Claudio Bonadío, y siendo primera mandataria hizo fuertes declaraciones públicas en contra de la persona del magistrado.

hablando en cadena nacional, siendo el año 2015, Cristina Fernández de Kirchner trató a Claudio Bonadío como "un juez pistolero y extorsionador". La diatriba de Cristina Kirchner obedecía a su enojo luego del allanamiento ordenado por el juez contra la inmobiliaria de Máximo Kirchner en Río Gallegos. La frase hacía referencia a que el malogrado juez había abatido dos delincuentes en el año 2001 en un enfrentamiento de la localidad de Florida, provincia de Buenos Aires, cuando arreciaba la inseguridad de la crisis de la convertibilidad.

Bonadio tuvo a su cargo causas muy resonantes, además de la ya conocida causa de los cuadernos de Centeno. También instruyó el sumario de la denuncia de Nisman por el acuerdo de entendimiento con Irán. Los famosos hoteles K también estuvieron en sus investigaciones, Hotesur, Los Sauces, Dólar Futuro, la primera parte del encubrimiento al ataque a la AMIA y la Tragedia de Once.