Expresó por un lado que se encuentra “ultimando detalles a ver si podemos comenzar con el fraccionamiento del aceite de la cosecha 2020”, al detallar que “la producción de este año no fue buena pero lo poco que se obtuvo, en el caso nuestro de los pequeños productores, que pudimos moler en la fábrica y a todos les salió un aceite espectacular en general, de buena calidad".

Agregó que en cuanto a la demora "la cosecha finalizó a fines de abril y después lleva un proceso de estacionamiento el aceite para que decante y después el filtrado y ya está en condiciones de ser envasado, este año nos demoramos por las temperaturas pero ya estamos en la última etapa contentos".

En ese sentido, detalló que la producción no fue buena debido a que “factores climáticos especialmente, con los calores en el mes de septiembre de 40° lo cual se produjo el aborto de las flores y disminuyó la producción. En comparación a otros años, cayó un 50%, más que nada en el valle central”, y añadió que es un sector que “viene golpeado porque también los precios internacionales del aceite no ayudan en comparación a los costos de producción, entonces no es rentable la actividad”.

“Creo que la única salida es la reconversión varietal, es decir el valle central le da toda las condiciones para que produzca aceitunas en mesa, que son altamente rentables y tiene un precio estable a lo largo del tiempo, en cambio el aceite es muy variable el precio”, subrayó.

En cuanto a la producción del departamento de Pomán, señaló que ahí las variedades aceiteras “rinden mucho más, con un 17% en comparación a valle central con un rendimiento del 10% , entonces el número cambia pero aun así con los precios de la tonelada del aceite de oliva, están ahí nomas con los números. Argentina no es un país formador de precios, sino que quienes determinan el precio internacional son los grandes productores como España e Italia".

Ante la consulta del periodista José Juárez en si han hablado con autoridades para la ayuda al sector, indicó que “están encaminadas las conversaciones con el ministerio de Producción, con el gobernador; en el caso de las pequeñas producciones no es muy problemático porque el pequeño productor tiene un 90% de su plantación variedades en mesa y un 10% en aceite, en cambio las grandes empresas son las más complicadas con el porcentaje al revés, hay una asociación que nuclea a todas las grandes empresas, Asolcat, que están tratando con el gobierno si los puede financiar con crédito blando para que ellos puedan encarar la reconversión varietal".

En esa línea, brindó detalles acerca de cuál variedad se quiere reconvertir: "las que andan bien y tienen mucha demanda son las mesa manzanilla, hojiblanca que es la única que se puede hacer cosecha mecánica, rinden 10.000 kilos por hectárea", y agregó que "olivicultura es mucho mano de obra, además que quieren reconvertir 500 hectáreas por año en un lapso de 4 años, en el valle central debe haber 6.000 hectáreas porque el resto está en el interior hacia el oeste, la gente que vaya encarando esa reconversión a partir del tercer año cuando ve los primeros frutos se empieza a entusiasmar ”.

Por otro lado, en alusión a los grandes compradores de la cosecha olivícola, manifestó que  “es meramente exportador, el 80% se exporta y un 20% es para el comercio interno, entonces en cuanto a aceitunas de mesa si es que se reconvierte hay lugar para todo; en la colonia del valle debe haber como 60 pequeños productores con 3 hectáreas de olivo y en una buena cosecha porque es rentable el cultivo y hay gente que ha sacado 1.700 cajones en una cosecha”.

"Nosotros estamos comercializando directamente de la planta al cajón y de ahí se va la fruta de la finca, nos está faltando darle el valor agregado a la aceituna, mi sueño es que todos podamos elaborar la fruta y venderla elaborada y le damos un valor más rentable el cultivo”, enfatizó.