El viento en nuestra provincia es como una vedette que no envejece, siempre está. A veces te crispa, te pone los pelos de punta y otras en cambio, sopla a favor y ahí te permite transitar cómodo. Era el caso de Natalia Saseta, la diputada provincial del PRO que entró a la Cámara Baja no por méritos propios, sino por algún favor de bambalinas o por la idea de algún trasnochado infiel, amante del amor prohibido. Lo cierto es que de buenas a primeras, sin experiencia alguna en política ocupó una banca en la Cámara de Diputados y comenzó a presentar proyectos, algunos insólitos, otros disparatados, en tanto que el tarambana que la apadrinó falló en la etapa de instruccion, al explicar mal el manual del curro, porque como muchos recordarán, una ex colaboradora suya, también lo denunció por "vender chocolates", al mejor estilo Rigau, el goloso de la la ciudad de la diagonales.

Durante el año 2021 y después de celebradas las elecciones de medio término, decíamos, desde esta gradería de opinión, lo siguiente "Ese cuerpo legislativo que ya fue renovado quedó con una materia pendiente o en el olvido: un hecho relevante en la Justicia catamarqueña, ignorado por la Legislatura Provincial, como fue el pedido de desafuero realizado por el juez de Control de Garantías de IV Nominación, Dr. Marcelo Sago, quien solicitó a la Cámara de Diputados, el desafuero de la diputada provincial Natalia Saseta, a los fines de su sometimiento a proceso por la presunta comisión del delito de exacciones ilegales en carácter continuado y como autora." Esa manifiesta inacción es el "viento a favor" en la materia que nos ocupa.

¿Qué pasó ahora? Por lo pronto tenemos que refrescar a nuestros lectores que el pedido de desafuero de Natalia Saseta había quedado firme sobre finales del mes de octubre de 2022, con lectura de fundamentos del fallo de Cámara, precisamente hace un poco más de un año, el 7 de noviembre de 2022. Los hacedores de la casta política no lo dudaron y a la hora de armar las listas, renovaron la confianza en alguien cuya honorabilidad y reputación estaban en tela de juicio y por supuesto, en duda, entonces los satrapas de siempre, a sabiendas de que Catamarca, más que una provincia de tinte constitucional es una republiqueta de impunilandia, donde las fechorías y atracos que vienen de la política difícilmente sean castigados, decidieron que Natalia Saseta debería ser reelecta como diputada. Eso si, si la destituyen antes del 10/12 tiene un reemplazo, si es después, otro distinto.

Los padrinos "no la vieron venir", ni a la irrupción de la Libertad Avanza ni a la terrible derrota en las urnas, que además fue catastrófica para JxC. Es decir que cambió la dirección del viento, drásticamente, y el oficialismo necesita renovar el "toma y daca" y hoy Juntos por el Cambio es sinónimo de fractura o extinción y Natalia Saseta, la elegida para enviar al ostracismo político, porque además reúne todas las condiciones. Si uno busca en el horizonte... el viento en contra de Saseta es un viento con olor capitalino.

Por otra parte, cabe recordar, que por aquellos días, el tarambana en cuestión, padrino político de la diputada caída en desgracia, era uno de los tantos "ensobrados" del corpaccismo, que como todos sabemos maneja los piolines de la justicia ordinaria a su antojo. De ese modo, Natalia Saseta seguía levantando la mano como legisladora sólo porque el viento judicial y político lo tenía a favor. Pero nada es para siempre y menos que menos, la dirección de viento... que ahora sopla en contra, y no hay reelección que valga.

El hecho delictivo que para la Justicia Ordinaria ya estaría probado reviste graves connotaciones, por cuanto en la resolución judicial que así lo determina, se consideró que las pruebas ofrecidas por el accionante ameritaba un pedido de esa naturaleza. En términos procesales se puede afirmar la existencia de mas del 50 % de la prueba. No obstante la contundencia de la evidencia en contra de la legisladora, desde la Cámara baja hasta hoy han cerrados filas para protegerla, quedando demostrado que la mayoría de los diputados nunca asumieron su responsabilidad frente a sus pares y lo mas importante, frente a la sociedad, para cumplir y hacer cumplir las funciones obligaciones, de acuerdo al mandato constitucional.

Muchos legisladores utilizan el cargo y su tiempo para dedicarse a los contubernios particulares, transformando a la política en un espurio negocio de reparto de poder y otros cometidos impropios de la función, olvidando que se trata de un servicio a la comunidad. Son esos mismos que ahora andan por los pasillos lamentándose por el incierto presente de cara al balotaje, como él mismísimo gobernador Jalil y su nuevo latiguillo "Si gana Milei ... " Si gana Milei, ¡jodánse!".

Ayer la noticia del pedido de desafuero de Natalia Saseta sacudió el ambiente político de Catamarca. En efecto, los principales medios periodísticos se hicieron eco inmediato de la noticia, permitiéndonos conjeturar que la legisladora había caído en desgracia. En realidad, el sacudón fuerte vino con la reciente elección general, en especial la relativa a la renovación de la mitad de los miembros de la Cámara Baja, entre los que la nombrada renovó la misma a pesar de tener la afilada espada de Damocles blandiendo su cabeza, la espada del desafuero, la caída en desgracia, el viento en contra.