El gobernador Raúl Jalil ofreció a Infobae un reportaje y expresó que la pandemia es una gran oportunidad para reflotar las economías regionales. También dijo que Argentina no crece hace 10 años.

Estos conceptos los compartimos plenamente, pero la pandemia por sí sola no va a iniciar ese proceso, es necesario que sucedan otros hechos. Hay que tener en cuenta que, si el gobernador se dispone a realizar un plan de desarrollo de la economía de la provincia, siempre tendrá que observar la política económica que implemente el gobierno nacional.

Es decir que cualquier iniciativa provincial necesita imperiosamente programas de incentivo a la inversión local sin esperar que lo haga Nación, pues sería una espera vana ya que la historia dice que los programas nacionales están pensados para las provincias más grandes (donde hay más votos).

No obstante, el contexto de la economía nacional también será muy importante, el país enfrenta dificultades trascendentes: un déficit fiscal en crecimiento, una de las inflaciones más altas del mundo, alto endeudamiento y la inminente cesación de pagos, que tornan la situación en dramática, en medio de la Pandemia Mundial de Coronavirus.

Hay una realidad que es insoslayable, muchas instituciones no tan solo en Catamarca, también en el país y en el mundo ya son obsoletas, no cumplen con el fin para el que fueron creadas  y el costo de cambiarlas es mayor que el de mantenerlas. La historia muestra que se han cambiado después de acontecimientos excepcionales. Estamos en uno de esos momentos históricos.

Los regímenes de desarrollo de la economía provincial también deben tener en cuenta a toda la región, hacer acuerdos estratégicos con las otras provincias que producen los mismos o similares productos a los  nuestros, en eso hemos fallado sistemáticamente, los gobiernos solo se han dedicado a administrar mal los recursos provenientes de la coparticipación nacional y en los últimos años las regalías mineras. La producción minera es un claro ejemplo de la mala utilización de nuestros recursos naturales. Haciendo edificios no se desarrolla una provincia, es necesario invertir en desarrollos productivos.

Catamarca tiene según el Indec un 47,2% de sus habitantes bajo la línea de la pobreza casi 4 puntos por encima de la media nacional. El gasto en empleo público en relación a la cantidad de habitantes, el mayor del país, los programas de asistencia social han sido insuficientes y han fracasado si consideramos que casi la mitad de la población es pobre.

Hay que recordar que el motor del crecimiento es la inversión, es cierto que el aumento del consumo en una fase cíclica recesiva puede ayudar a salir de una recesión, pero nunca a mantener un crecimiento sostenido.

Enfrentamos serias dificultades entra las que podemos señalar:

1-      Ausencia de inversiones productivas

2-      Prevalencia de empleos de baja calidad con pobre remuneración

3-      Insuficiente stock de capital modernizado

4-      Inseguridad Jurídica

5-      Deficiente acceso a la información pública

Estos son los desafíos que enfrentará el gobernador si quiere hacer crecer la producción, una tarea nada fácil y que la atención del día a día puede hacerlo fracasar.

Por último, nos parece central para poder llevar a cabo este plan es contar con una entidad crediticia local, que entienda y le interese que necesitan los empresarios locales, se necesitan líneas de créditos a la medida de nuestras producciones, tenemos como ejemplo lo que están haciendo algunas provincias como Mendoza. El Banco de Catamarca sirvió en ese sentido hasta que la corrupción y el populismo se apoderaron de él.

Para torcer el rumbo de nuestro menguado destino es necesario un cambio de paradigmas, donde la cultura de trabajo se transforme en el eje central de nuestras vidas y la frase casi olvidada “me lo gané con el sudor de mi frente”, vuelva a ser un lema de vida de todos los catamarqueños.