El juego de palabras entre los cuatro apellidos surgió espontáneo luego de observar los pormenores de la previa entre Georgia Meloni y Javier Milei. Al parecer, la premier italiana tenía mejor información que los grandes medios argentinos sobre los que sería la primera gira oficial del flamante presidente argentino, sin contar la fugaz salida para participar en el Foro Económico Anual de Davos, donde el mundo de la política internacional se desayunó de las ideas y del discurso anarcocapitalista de Javier Milei.

De algún modo, esa empatía espontánea y natural entre líderes que comulgan con las mismas ideas, hace que toda fluya distinto. Milei y Meloni son considerados por cierta parte de la prensa europea como los mayores representantes de la derecha, que en algunos casos pretenden asociar a Marine Le Pen, que es extrema derecha en Francia y que no logró doblegar a Emmanuel Macron a pesar de haber hecho una gran elección.

Evocando pasadas cuestiones de las relaciones diplomáticas entre la Unión Europea y el Mercosur, es oportuno recordar cómo fue aquella relación entre dos presidentes que coincidieron en sus respectivos mandatos. La relación entre Mauricio Macri y Emmanuel Macron se gestó durante el gobierno de Cambiemos.

Ambos líderes se encontraron en diferentes oportunidades en acontecimientos internacionales, como el G20. A fines de 2018, el presidente francés visitó la Argentina y mantuvo una reunión en la Casa Rosada. Durante su encuentro, discutieron diversos temas, incluyendo el impacto de la pandemia en la economía y las libertades individuales en ambos países.

También abordaron la relación entre Francia y Argentina, así como el avance del tratado entre la Unión Europea y el Mercosur, que ambos promocionaran en el 2019. Además, Macri y Macron comparten una buena relación personal, y su vínculo se ha fortalecido a lo largo de los años. Justamente fue Macron uno de los principales líderes europeos que alentaron la frustrada reelección de Mauricio Macri para su “segundo tiempo”, que se cayó por la insistencia de Horacio Rodríguez Larreta de ir por todo contra su principal mentor político.

Mientras la estrecha relación entre Macri y Macron se mantuvo, las esperanzas de integración entre la Unión Europea y el Mercosur emanadas del Tratado de Cooperación entre ambos bloques se mantuvieron. Con la caída de la candidatura y la derrota de juntos por el Cambio en manos del Kirchnerismo, todo volvió a fojas cero y se congelaron las políticas comunes.

Se sabe, nada es para siempre, y todo vuelve. La primera gira oficial de Javier Milei como presidente de la Nación, tuvo una profunda arista religiosa, con un sentido llanto en el Muro de los Lamentos, una visita a la mismísima Franja de Gaza y a los Kibutz donde se produjeron las mayores matanzas de judíos después de la Segunda Guerra Mundial. Una gira que encierra muchos mensajes subliminales vinculados al antiterrorismo, al apoyo explícito de la guerra que libra Israel y sin lugar a dudas a Estados Unidos, principal socio del Fondo Monetario Internacional.

Luego, 70 minutos con el Papa Francisco que marcaron un récord del tiempo de duración que el Papa suele dedicarles a los Jefes de Estado que lo visitan, que en promedio ninguna audiencia llega a los 30 minutos. ¿De qué hablaron? Obviamente que al Papa le preocupa el nivel de confrontación que utiliza Milei para fustigar a quienes se oponen a sus duras políticas de ajuste y el presidente, para enumerar la serie de privilegios y privilegiados que han empobrecido a la población argentina a lo largo de ocho décadas. la opción por los pobres, la clásica temática de la iglesia Católica y la fábrica de pobres que es el socialismo del Siglo XXI en su versión argentina, el kirchnerismo. Cada uno puso sus argumentos arriba de la mesa con sinceridad e iniciaron una nueva y distinta relación diplomática entre ambos Estados y la posibilidad latente que el papa Francisco concrete la ansiada visita a la Argentina en el segundo semestre de éste año.

Y la frutilla del postre fue horas antes de partir de regreso a la Argentina, la brevísima visita oficial a la República de Italia, para dar el puntapié de inicio a un nuevo ciclo de la relación bilateral, en aras de generar confianza y atraer inversores al histórico vínculo que une a ambas naciones. Hace siete días, el presidente Milei recibió un mensaje concreto de apoyo de la Comunidad Internacional que está dispuesta a ayudar al presidente Milei en sus propuestas económicas de shock. Un dato no menor que le dio más aplomo a toda su gira. Tiene resistencias internas, no obstante se siente respaldado ampliamente por los aliados recuperados, los organismos multilaterales de crédito y La Comunidad Internacional mayoritaria capitalista.

El presidente Milei se reunió con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, en un encuentro que tuvo lugar en el Palacio Chigi, sede del Ejecutivo italiano. Ambos coincidieron en la necesidad de “iniciar una nueva etapa” en el vínculo bilateral y generar mayor confianza para los inversores. Durante la reunión, escucharon a la banda militar que interpretó algunas melodías mientras atravesaban la alfombra roja hasta el interior del edificio. Posteriormente, dialogaron sobre estrategias para profundizar la relación entre ambos países y desarrollar una agenda de trabajo conjunta, especialmente en el ámbito de la Unión Europea con la idea de reflotar el estratégico Tratado entre ambos bloques continentales. Del mismo Modo que lo hicieron Macri y Macron en el 2019, Milei y Meloni, por simpatía mutua, por compartir las ideas de la libertad, han decidido ponerse al hombro, no solo una alicaída relación bilateral sino todas las cuestiones abandonadas por el socialismo kirchnerista respecto de las políticas de la Unión Europea.