Ayer domingo fue día de elecciones en Argentina y obviamente hubo resultados.

Me encuentro absolutamente desconcertado, sin explicación menos comprender la causa por la cual los votantes de este país no se expresaron con mayor contundencia contra un sistema de corrupción extrema y circunstancias disvaliosas, ya no lindantes con lo delictual sino delitos lisos y llanos.

Un sistema que entre otras infinitas calamidades, podemos colocar en su haber algunas de las siguientes que ubico no en orden prioritario, sino a medida que van surgiendo en mi memoria: funcionarios políticos corruptos no vistos anteriormente, por lo menos desde tiempos del peronismo de Perón; actos  cometidos por una presidenta, luego vice presidenta híper millonaria y multiprocesada que, graciosamente, nombra al presidente, individuo por lo menos, que merece un estudio psiquiátrico serio, dado sus desvíos de conducta, el último de los cuales ocurrió hace pocas horas, cuando llama a sus adláteres a llenar Plaza de Mayo para ¿¿¿“festejar el triunfo”???.

Sigamos: un tema de vacunación y vacunas que todos sabemos fue criminal y muchos de los más de 130.000 fallecidos, se debe al modo que manejaron o desmanejaron tal asunto; suelta de presos en un momento que la sociedad vive uno de las peores instancias de inseguridad social, como esta suelta de presos “de categoría” cuando en realidad, debiese haber muchos, muchísimos más, corruptos engrosando el número de internos de las pobladas cárceles.

Un aquelarre de dádivas a la vista de todo el mundo sin que ningún fiscal advierta estos delitos, esparcidos desde Tierra del Fuego hasta Jujuy. El delictuoso gobierno del dictador Insfrán, no sólo repartiendo esas dádivas sino haciendo “puentes” con personal municipal para que paraguayos “argentinos “, concurran a engrosar los guarismos de los votantes comprados, tema que no ocurre solamente allí. Santiago del Estero, Tucumán y todo el NOA (Excepto Jujuy sufren este flagelo imparable.

Crímenes irresueltos como el del fiscal Nisman y de varios “cadetes” del matrimonio gubernamental que asoló nuestra República que no se investigan o si lo hacen queda en la nada misma gracias a gran parte de una justicia tan corrupta como ellos mismos.

La lista es infinita, gigante y todos la conocen al dedillo, porque son usuarios directos, indirectos o beneficiarios finales de las tropelías de esta casta de indeseables.

No puede quedar afuera de la lista la mención a la postura “de los del poder” en cuanto a las relaciones exteriores, asociarse formal o espiritualmente a Cuba, Rusia, China, Irán, Nicaragua, Guatemala, Venezuela y todo otro país con dictaduras extremas, como así también favorecer actos de terrorismo y no repudiarlos en medio oriente, como en América del Sur , la propia Argentina con terroristas e hijos de terroristas, casi llevados al bronce o delincuentes de la talla de los pseudo mapuches que asolan nuestra Patagonia, y otras fracciones procedentes de dictaduras conocidas, avergüenzan y desconciertan. Esta secta gobernante de hoy, seguramente no representa a una mayoría argentina, pero he aquí lo inexplicable y la pregunta: por qué no se refleja en las urnas tal repudio, más ahora que hay varias opciones para votar que no sean las listas que representan a sujetos de la peor calaña?

¿Qué nos pasa? ¿Cuál es la explicación a éste fenómeno tan trágico?