Como si la Argentina fuera un país floreciente lleno de dirigentes probos abocados de manera rotunda a solucionar los graves problemas de la ciudadanía, con gente que hace tres días no tiene agua a pocas cuadras de la legislatura, con altos costos de servicios, de carencias de todo tipo, de falta de justicia y salud, el legislador tuvo la infeliz idea de homenajear un "burro" muerto y reclamar una ley burrera.

Se nota que el  diputado tiene un buen pasar, su traje así lo indica. Viste ropas refinadas y tiene gustos muy productivos para el quehacer provincial. Pero eso no es todo. La Cámara de Diputados en un ámbito donde cada miércoles se juntan un grupo de personas, en apariencia capacitados, para cambiar y mejorar la vida de las personas, no de los caballos, porque sino alguien podrán invertir los roles y pensar que los burros están ahí adentro.

La Cámara de Diputados es como una caja musical donde deberían "sonar" los mejores acordes de la politica vernacula. Sabemos que al Diputado Víctor Luna, Juntos por el Cambio, le gusta el campo, en especial los ubicados en la zona del Departamento de la Paz. Y desde ayer nos enteramos que le gustan "los burros". Es bueno saber que el recinto tiene un representante del turf y de la cuadrera.  Su gesto de recordar al caballo muerto fue lisa y llanamente una brutal tomada de pelo a la gente que en Catamarca hoy está sufriendo otras penurias.

El mismo consideró su homenaje como "raro". No fue raro , fue absurdo, horrible y no sabemos cuanto epítetos más. Dio el mal ejemplo a la juventud y además demostró que no conoce la historia del Turf en la Argentina. En realidad fue un estrico acto de demagogia y populismo con el único fin de recolectar votos para su flaca y famosa "Lista Celeste". Al respecto, es importante señalar que si sus compañeros de bancada no repudian sus dichos y su lamentable homenaje, entonces son cómplices y piensas lo mismo. El recinto de diputados no es un lugar apropiado para homenajear "burros".

El Turf en la Argentina fue una idea brillante  del Presidente Carlos Pellegrini quien lejos de pensar en el juego y en el azar, sólo tuvo en mira crear una raza caballar de primer nivel. El caballo Pura Sangre de Carrera, un caballo bien argentino. Hoy la raza existe y la crianza de estos ejemplares constituye es ejemplo de la producción nacional ampliamente reconocida en el mundo.

Señor diputado, usted ha perdido el sentido de la ubicación, le rogamos se haga socio de algún club equino y se preocupe de hacer crecer la raza en la provincia de Catamarca, tanto como ha crecido la Raza de caballos Peruano de Paso, la raza que utilizó el General Juan Martín Miguel de Güemes en sus más de 146 combates contra el ejército realista. No es necesario hacer ninguna ley para criar caballos de carrera. Del juego se ocupa el Estado y de la crianza, los productores.