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Opinión

El pasado peronista de Patricia Bullrich amenaza los planes de Horacio Rodríguez Larreta

Patricia Bullrich es peronista y maneja los códigos del peronismo. Su estrategia de campaña es parecida a la de Carlos Menem cuando enfrentó a Antonio Cafiero, que tenía todo el aparato del peronismo a su favor y perdió la interna en 1988. El análisis que hacen en la campaña de Bullrich es que Larreta es Cafiero y ella es Menem. No se puede hacer oposición mostrándose moderado con el Gobierno. “El consenso político tiene un límite”, dicen

Patricia Bullrich tiene un pasado peronista y conoce a la perfección dos herramientas fundamentales del peronismo para acceder y conservar el poder: manejar los recursos simbólicos y la billetera. Esta semana avanzó con las dos estrategias: lo obligó a subir a Larreta al ring con la polémica con Felipe Miguel; y avanza en sacarle recursos presupuestarios.

Los legisladores porteños que responden a Patricia Bullrich ya avisaron que no van a votarle el Presupuesto de la Ciudad a Larreta, así como está. Solo lo van a hacer si bajan algunos impuestos: tasas vinculadas a la publicidad, impuesto a los sellos en temas de compras de viviendas y la tasa de ABL para zonas favorecidas por futuros subterráneos.

La letra chica de los pedidos está siendo analizada por el Gobierno porteño, que necesita sí o sí esos votos para aprobar el presupuesto. Primero el kirchnerismo le sacó plata con la coparticipación por la inseguridad; ahora Bullrich le saca recaudación por impuestos. Los dos denuncian que Larreta usa fondos públicos de la Ciudad para hacer campaña. Peronismos.

El ocaso de Larreta

La estrategia de “Horacio” era esperar. Sabe que su fuerte no es el carisma. Nadie lo va a recibir como un rockstar en una recorrida por el conurbano. Eso le pasa a Patricia Bullrich. Por eso está envalentonada.

Las encuestas no le están dando bien a Larreta. Sigue siendo uno de los dos o tres dirigentes con mejor imagen del país (la posición varía según la medición), pero los que analizan encuestas saben que lo importante no es solo el número absoluto sino la tendencia. Y hace meses que está estancado.

Ahora bien: si termina siendo el elegido por "la política" pueden trabajar ese posicionamiento de “gestor” con el que se lo asocia en los focus groups y ahí puede ganar. El problema es que “la política” le está dando la espalda lentamente.

Larreta tiene otra debilidad, que es señalada por Macri cuando habla de la gestión Horacio. “Horacio se rodeó de enanos pelotudos que a todo le dicen que sí”, le dijo hace un tiempo Macri a un dirigente del PRO, según contó A24.com. Ve en “Horacio” un enorme problema de gestión. No logra construir equipos. Esto se vio claramente con la pelea con Bullrich de esta semana. Mientras que “Patricia” pudo exhibir apoyos de distintos cuadros del PRO, Horacio no tuvo quién saliera a responder por él.

Un importante politólogo que trabaja para el PRO plantea que el divorcio con la sociedad se produjo cuando aparecieron otras alternativas. Cada vez el electorado de JxC le ve más los defectos a “Horacio” porque hay alternativas.

Hay un electorado de Juntos por el Cambio que quiere que alguien verbalice las críticas a Larreta. Patricia Bullrich está representando ahora estos sectores cuando le plantea en la cara a él las dudas que tienen sus propios potenciales votantes.

Cada vez son más los que en el PRO plantean que Larreta perdió conexión con la gente y sus propios dirigentes. “Está robotizado, está orientado a la gestión”. Una crítica que hacen algunos asesores es que “no destina tiempo a la reflexión política, como sí lo hacía Macri”. La frase la dijo un hombre que trabajó con ambos.

Bullrich cierra alianzas

En las últimas semanas, Patricia Bullrich se dedicó a profundizar la gestión política.

  • Cerró filas con Jorge Macri: estuvo recorriendo barrios de la Ciudad de Buenos Aires.
  • Armó un encuentro provincial con Cristian Ritondo y lo sumó como un potencial candidato a gobernador.
  • Se reunió con Néstor Grindetti, intendente de Lanús y hombre de Macri en la Provincia.
  • Se mostró con Diego Valenzuela (intendente de 3 de febrero), que hoy trabaja con Diego Santilli, pero tiene buena relación con Bullrich.

“Patricia crece y nadie se quiere quedar afuera. Del otro lado, nadie crece”, dice una dirigente bonaerense de “los patricios”.

Uno de los principales asesores de Bullrich suele rememorar una charla que tuvo con ella en 2021, cuando se discutían las candidaturas a diputado por la Ciudad. Fue un encuentro en un campo. “Le planteé que no había que hacer la elección nacional. No se podía competir con el único gobernador del PRO en su distrito. Y si ganaba qué iba a hacer, ¿iba a ser diputada otra vez?”, relata.

En aquel encuentro se decidió que ella se tenía que dedicar a recorrer el país. “Había que ir a Formosa a combatir a Gildo Insfrán. E inventamos lo de los 5 senadores para sacarle el quórum al kirchnerismo”, cuenta el dirigente. La estrategia -creen- está dando resultado.

La gestión de Patricia Bullrich

Saben que si ganan no la van a tener fácil. Es más sencillo decir que hacer. Los que trabajan con ella vienen pensando no solamente en un posible plan de gobierno, sino también en la implementación.

El día que Bullrich sea presidenta, no va a dedicar un minuto de su gestión en perseguir a Cristina. “Ella va por el bronce de la economía y por terminar con los privilegios. Patricia es peronista y sabe que en todas las provincias hay un Lázaro Báez, pero la única que está en un juicio es Cristina”, cuenta un dirigente de su entorno. A diferencia de otros dirigentes de Juntos por el Cambio, no suelen escucharse de su boca denuncias de corrupción.

Una de las máximas preocupaciones de Patricia es qué hacer con el factor Mauricio. Sabe que al día siguiente va a estar presente la figura de Macri. Especialmente le preocupa en el armado del gabinete. Las medidas que va a tomar si llega a la presidencia van a ser duras. No pueden ser eclipsadas por internas de poder. Se ve en el espejo de Alberto.

Por eso, arma asambleas con dirigentes para discutir planes de gobierno. Pero insiste en que, si llega al poder, el Gabinete lo va a armar ella y no va a dejar que nadie se lo intervenga.

Sabe que tiene que encontrarle un rol a Macri. Puede ser por el lado internacional. “Hoy patricia y Mauricio son lo mismo. Pero ella es el símbolo de la seguridad y del cambio a fondo”, dice una dirigente del espacio.

Otro de los desafíos es el Congreso. Cuando hablan del tema con sus asesores, Bullrich dice que le preocupa hacer una buena elección en Diputados. Cree que el Senado se maneja con la caja de los gobernadores. “No voy a repetir lo que hizo Mauricio de pagarles a los gobernadores sin nada a cambio”, repite una y otra vez. Más peronismo.

El pragmatismo no es la única característica que le quedó a Bullrich de su pasado peronista.

“Es profundamente desconfiada. Es una hija de los 70, cuando la traición en política se pagaba con la vida”, relata un dirigente que la frecuenta.

Y disfruta de estar en la calle con la gente o con dirigentes. Hace unos días participó del lanzamiento de Marcelo Peretta como jefe de gobierno. Es un dirigente sindical farmacéutico que empezó a militar con ella en la pandemia y hoy es líder de la agrupación “halcones”. Quiere ser su candidato en la Ciudad. En el lanzamiento de su postulación estaban Miguel Pichetto, Alberto Assef y otros dirigentes de más de 70. Parecía algo viejo y obsoleto. Ella estaba encantada. Le sigue gustando la épica peronista.

El factor Macri

Macri en sus conversaciones más íntimas, sigue repitiendo que no le interesa ser presidente. Recuerda los problemas que le trajo en la vida personal, tanto con Juliana como con sus hermanos. Aunque no todos le creen. ¿Se animará a rechazar la candidatura si tiene 50% de imagen positiva? Igualmente, esa hipótesis es ciencia ficción. Mientras tanto, sigue jugando.

A principios de la semana trascendió el apoyo de Daniel Angelici a la candidatura de Martín Lousteau. A los dos días apareció otra foto: la de Cristian Gribaudo con Jorge Macri. Gribaudo es del grupo político de Angelici.

Macri jugó para que Grindetti recibiera a Bullrich en Lanús. Grindetti se presenta como el candidato a gobernador de Macri, pero ya empieza a apuntalar a Patricia.

La intervención de Macri esta semana por las jubilaciones de Tierra del Fuego también tuvo clave política. En la isla hay solo dos diputados provinciales de Juntos por el Cambio: el resto son todos peronistas. El líder del espacio es Federico Sciurano, que es radical y no fue electo formalmente por la coalición. En los últimos días, se reunió con Lousteau y su armador político, Emiliano Yacobitti. Son dos que están jugando con Larreta. En esa provincia, Macri apoya a Federico Frigerio, que es el candidato del PRO.

Otra provincia atravesada por la grieta es Tucumán. Ahí Juntos por el Cambio tiene dos candidatos: Germán Alfaro, intendente peronista de la Capital apoyado por Larreta, y Roberto Sánchez, excorredor de TC de mucha popularidad. En Tucumán no hay PASO y anticipan lo que puede pasar a nivel nacional.

Alfaro tiene la estructura y los recursos. Sánchez la popularidad. JxC pidió en un comunicado que acuerden por consenso, por encuestas y en última instancia por interna. Pero el acuerdo es imposible: uno cree tener los votos y el otro la estructura. Lo mismo que pasa en Tucumán es un reflejo de lo que puede pasar a nivel nacional si por algún motivo se caen las PASO.

Patricia y Horacio. Los dos quieren ser. Y atraviesan una guerra de resistencia por ver quién llega mejor parado. Todo puede cambiar a partir del martes en una reunión clave que van a tener con Mauricio Macri como mediador. ¿Habrá tregua?

Pablo Winokur

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