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Opinión

Malinterpretación electoral hacia quienes están en situación de pobreza material

Una cuestión de dignidad

Llegaron los resultados de la pobreza del INDEC que ahora, con el actual gobierno, a diferencia del anterior que fraguaba cifras, es creíble. El dato de septiembre: 35,4% de la población argentina en situación de pobreza material. Crece mas de 8% en un año.

Se vienen las elecciones a fin de octubre. Los medios automáticamente reflejan como es debido el dato de pobreza del INDEC. Pero en la opinión editorial asocian directamente ese dato con los resultados que vendrán en las elecciones de octubre, agregando en modo lineal una dificultad mas para las intenciones del gobierno, de ser elegido por un nuevo mandato bajo la nominación esta vez de Juntos por el Cambio. “Ya un 35% no vota la continuidad” parecen decir en su lectura algunos opinantes desde los medios de comunicación, las redes y los mensajitos celulares.

Esa asociación lineal significa menospreciar a las personas que están en situación de pobreza material. Creer que estar en esa situación es automáticamente darle la espalda al gobierno actual es una falacia.

Sabido es que de la pobreza material de las sociedades solo se puede salir con instituciones sanas, honestidad y respeto a la ley y a la libertad, lo que posibilita un escenario adecuado para generar trabajo y con ello riqueza y dignidad que es la solución verdadera y perdurable a la pobreza que nos azota grandemente hace décadas. En este sentido, si bien en estos cuatro años de gobierno se ha iniciado un proceso hacia el fortalecimiento institucional, es largo el camino que queda por andar para corregir el rumbo hacia una verdadera república. Esto es reconocido por el propio gobierno. Falta mucho aún.

La población en general ve, gracias a la libertad de prensa imperante, lo que falta para crecer como sociedad pero también ve lo conseguido en tan pocos años: un cambio de rumbo cultural donde la libertad es valorada, la corrupción es desdeñada y perseguida legalmente, el narcotráfico y la trata de personas y mafias son enfrentados y combatidos públicamente, la obra pública es ejecutada sin sobreprecios con resultados palpables en calles, avenidas, metrobuses y rutas que se terminan, vías férreas que afloran nuevamente, estaciones y trenes que reviven, hospitales que mejoran ... bases para un crecimiento real y permanente en el futuro inmediato y mediato.

En esa población general que ve la realidad, están incluidas obviamente las personas en estado de pobreza material que no por transitar ese “status” dejan de mirar, observar y pensar. ¿Se cree realmente que ninguno de ellos ve y valora el proceso? ¿Se cree realmente que todos los argentinos que están en situación de pobreza material no son capaces, aún en ese momento difícil, de reconocer esta tendencia y verla como una oportunidad real para salir de ese estado cuya existencia lleva décadas? No debe desconocerse que muchas personas en situación de pobreza material descreen y piensan “... son todos iguales. son todos chorros”. Pero no todas. Si creyéramos eso, como totalidad o generalidad, entonces estaríamos menospreciando la inteligencia y la libertad de muchas personas.

El resultado de las PASO en agosto pasado no refleja otra cosa que el estado de opinión no vinculante sobre el estado de cosas y el ordenamiento de los candidatos de los partidos (para eso son las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) que se van a presentar en las elecciones verdaderas de fines de octubre donde nos jugamos el “sistema de vida” de los próximos años y tal vez de toda una época. En aquellas PASO del 11 de agosto pasado no fue solo el sector que está en la pobreza el que castigó y dio señales al gobierno apartándose de expresar su adhesión en las urnas. Fue fundamentalmente la clase media, que brega por intereses, gustos y preferencias mas sofisticados que un plato de comida o la atención básica en un hospital público.

Todos (de todos los sectores de la sociedad) vamos a votar por un “sistema de convivencia” en las próximas elecciones. Todo el electorado sabe que ya no es una encuesta sino un mandato por cuatro años ineluctable que repercutirá en esa convivencia. El peso de la decisión al votar esta vez será otro. La opción se reduce en la práctica a dos grandes alternativas bien marcadas. Mas allá de la coyuntura de emergencia económica y la situación difícil que arrastra el país producto de varias décadas de desenfreno en la presión tributaria y el gasto público inútil, en estos tiempos electorales tenemos frescas las experiencias de vida y de capacidad de movimiento, tanto en estos últimos cuatro años del actual gobierno (Cambiemos) como con los doce años de peronismo kirchnerista que los precedieron. Esos dos estilos conforman la oferta electoral real con que contamos. Ya conocemos los actores y sobre todo los procederes cuando tienen el poder, cada uno de ellos.

El gobierno actual muestra avances institucionales, de posicionamiento y relacionamiento del país en el mundo y de infraestructura. Pero no dio en la tecla en materia económica. Cree que puede hacerlo en los cuatro años siguientes como parte de un proceso en base a una institucionalidad e infraestructura fortalecidas que deben preceder a la recuperación económica. ¿Será capaz? Por otro lado, no es difícil, porque pasaron solo unos pocos años, asociar recuerdos que nos trajo el peronismo kirchnerista (hoy electoralmente se denomina Frente de Todos) como resultado de su gobierno: el aislamiento del mundo por causa del “default”, las bolsas llenas de dólares de la corrupción oficial en un convento sospechoso, organizaciones entonces pro oficialistas en lugares públicos coordinando juegos consistentes en escupir imágenes de periodistas por pensar distinto, “escraches” a opositores por estar del otro lado (sembrando un maniqueismo intolerante propio del totalitarismo mas acérrimo), la defraudación de las Madres de Plaza de Mayo con los sueños compartidos, valijas con dólares ilegalmente ingresados al país (hoy decomisados y usados para mejorar un centro de salud), el destino de grandes sumas en concepto de pauta oficial para medios de comunicación “amigos”, embajada paralela con Venezuela degradando la acción del embajador legalmente designado que denunciaba graves irregularidades, asesinato de un fiscal de la nación a punto de acusar formalmente a funcionarios ante el Congreso por un pacto espurio con la impunidad, los hoteles de Cristina y su facturación fantasma, las empresas de Lázaro y grupos vinculados contando plata en máquinas en la rosadita, la intromisión de un grupo sectario llamado justicia legítima (adicto al poder kirchnerista entonces de turno) queriendo cooptar en modo permanente el Poder Judicial, pilar del sistema republicano, que por su independencia es justamente la garantía que tenemos los ciudadanos de a pie para defendernos de un eventual abuso del poder ejecutivo o legislativo. Todo esto, en días finales de peronismo kirchnerista en 2015 con índices de pobreza en aquél entonces, medidos por organizaciones privadas (a falta del entonces desprestigiado INDEC) en torno al 30% crecientes, es decir, presagiando los que hoy nos siguen llegando con ahondamiento, oficialmente, cuatro años después.

Ante la delicada situación que viene de arrastre por décadas y aún no pudimos revertir. ¿Dónde está la diferencia entre las dos ofertas mas fuertes y reales que se presentan al electorado hoy por hoy? ¿Cuál nos da mas expectativas de recuperación y un futuro como sociedad? ¿Ante la polarización que se presenta, a cuál le podemos dar mas crédito para administrar el sistema de lo público en medio de las cuales se desarrollarán nuestras vidas, teniendo en cuenta lo hecho por los gobiernos y los antecedentes? ¿De qué modo queremos convivir?

El 27 de octubre llegará la hora de la verdad. La sociedad argentina nos miraremos una vez mas al espejo. Luego, habiendo decidido, nos daremos vuelta y saldremos a la mañana siguiente a vivir y a trabajar por nuestras vidas que se desarrollarán en el sistema elegido ...

¿Qué país querremos? Hoy la decisión está abierta una vez mas. Las PASO de agosto fueron. Son recuerdo e indicador. Hay reacciones. El gobierno actúa. La oposición peronista-kirchnerista también. Las cartas se mezclan y barajan. En octubre se juegan cosas mas definitivas y trascendentes. Nada está decidido. La respuesta a este interrogante es responsabilidad de todos, estemos en la situación que estemos. Sin desmerecer la inteligencia, pero sobre todo, la libertad y la dignidad, de ninguno.

INDEC pobreza Verdad

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