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Opinión

Era profesor y quería ser presidente, es presidente y quiere ser profesor...

"El presidente Alberto Fernández concurrió esta mañana a la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para dar clases y tomar examen en su cátedra de Teoría del Delito y Sistema de la Pena, informaron fuentes oficiales." reza el cable de la Agencia Nacional de Noticias.

Al mismo tiempo es oportuno recordar la letra del artículo 92 de la Constitución Nacional "Artículo 92: El presidente y vicepresidente disfrutan de un sueldo pagado por el Tesoro de la Nación, que no podrá ser alterado en el período de sus nombramientos. Durante el mismo período no podrán ejercer otro empleo, ni recibir ningún otro emolumento de la Nación, ni de provincia alguna.

El Presidente de la Nación lo ha hecho por segunda vez y además de incumplir con su deber de funcionario público, algo que parece importarle poco, nos ha faltado el respeto a toda la población, por el incumplimiento constitucional y por su irresponsabilidad en hacerlo. La Argentina se encuentra desarrollando un epidemia de Dengue y a la puertas del ingreso masivo del Coronavirus. No saben como harán para frenar y atender a miles de enfermos y contagiados y alegremente abandona sus funciones para ir a tomar clases a la Facultad de Derecho.

¿Qué pueden aprender esos alumnos de la Teoría del Delito con alguien que comete un delito en su propia cara? Antes de ser presidente fue estudiante de derecho, para ser abogado hay que estudiar entre otras materias, una que se llama Derecho Constitucional. Uno de los capítulos salientes se refiere a las atribuciones del Presidente de la Nación y a los deberes. Lo dice claramente, refiriéndose a las actividades del presidente y del vicepresidente: "No podrán ejercer otro empleo". Y antes de ser presidente se recibió de abogado y en ese carácter es un auxiliar de la Justicia. En consecuencia, hacer lo contrario a lo que dice la Ley Fundamental de la nación es sencillamente una provocación.

Es evidente que vinieron a destrozar la Nación, aumentó la inseguridad, la economía está paralizada, la inflación es galopante, no hay turismo, siguen emitiendo moneda sin respaldo, contrario a la mayoría de la población que está a favor de la vida, presentan un proyecto de aborto en el Congreso, también contrariando la norma de la Constitución Nacional que protege la vida desde el momento mismo de la concepción, sin que importe el origen del embarazo, por cuanto la vida del niño por nacer es otra, distinta y con derechos distintos a quien lo engendra. pretenden intervenir la Justicia en Jujuy cuando no hay motivos para hacerlo. La situación social es grave y abandona el cargo para dar clases.

Es difícil creer que el profesor haya querido ser presidente, porque su candidatura se originó en el Estado del Vaticano y él no se esperaba semejante cambio radical en su vida. Ahora que cumplió el sueño de miles de ciudadanos, deja sus funciones y se va a la Facultad de Derecho a dar clases.

¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón...! Discépolo murió hace mucho tiempo y hoy volvería a morir de sólo ver que sus profecías se siguen cumpliendo. Y lo más grave es que ahora cunde el mal ejemplo desde la figura misma del presidente de la Nación.

Alberto Fernández, fiel exponente del Cambalache en el que el kirchnerismo está transformando a la Nación Argentina, ya perdió toda autoridad, si es que alguna vez la tuvo. Una situación bochornosa que afecta la investidura presidencial y nos afecta a todos.
La letra de Cambalache, para recordar:
Que el mundo fue y será

Una porquería, ya lo sé

En el quinientos seis

Y en el dos mil, también

Que siempre ha habido chorros

Maquiavelos y estafaos

Contentos y amargaos

Varones y dublés

Pero que el siglo veinte

Es un despliegue

De maldá insolente

Ya no hay quien lo niegue

Vivimos revolcaos en un merengue

Y en el mismo lodo

Todos manoseaos

Hoy resulta que es lo mismo

Ser derecho que traidor

Ignorante, sabio, chorro

Generoso o estafador

¡Todo es igual!

¡Nada es mejor!

Lo mismo un burro

Que un gran profesor

No hay aplazaos ni escalafón

Los ignorantes nos han igualao

Si uno vive en la impostura

Y otro roba en su ambición

Da lo mismo que sea cura

Colchonero, Rey de Bastos

Caradura o polizón

¡Qué falta de respeto

Qué atropello a la razón!

Cualquiera es un señor

Cualquiera es un ladrón

Mezclao con Stavisky

Va Don Bosco y La Mignon

Don Chicho y Napoleón

Carnera y San Martín

Igual que en la vidriera

Irrespetuosa

De los cambalaches

Se ha mezclao la vida

Y herida por un sable sin remache

Ves llorar La Biblia

Lunto a un calefón

Siglo veinte, cambalache

Problemático y febril

El que no llora no mama

Y el que no afana es un gil

¡Dale, nomás!

¡Dale, que va!

¡Que allá en el Horno

Nos vamo'a encontrar!

No pienses más, sentate a un lao

Que a nadie importa si naciste honrao

Es lo mismo el que labura

Noche y día como un buey

Que el que vive de los otros

Que el que mata, que el que cura

O está fuera de la ley!

Fuente: Musixmatch
Compositores: Enrique Santos Discepolo

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