Primeros números

Cuando promediaban los espectáculos de la 52° Fiesta Nacional del Poncho, el gobierno de Raúl Jalil a través del Ministerio de Cultura y Turismo, de Economía y el Banco de la Nación Argentina, comenzaron a brindar cifras que llamaron la atención, por lo abultadas, pero por sobre todo porque nadie las puede corroborar en forma fehaciente, de manera que, viniendo de quienes vienen, resultan difíciles de creer.

Arrancaron con el festival de cifras del programa “El Poncho de ensueño” y en tan solo seis días desde el comienzo de la fiesta, sacaron conclusiones de resultados que nadie puede comprobar. Lo único que se percibe es que se está ante funcionarios astutos que logran facturar cifras millonarias con mecanismos que a nivel estadístico, son poco creíbles.

Se sabe que el común del público es reacio a la utilización del plástico salvo que las condiciones sean muy favorables. Pero ese no es el tema central de ésta nota, sino que aquello que las autoridades afirman y publican, nadie lo puede comprobar en los papeles.

Se sabe que el número redondo no es real, no es creíble. Siempre el número redondo encierra un meta mensaje distinto del que ven los ojos y duda el cerebro, la mente. Es imposible que en seis días de comenzado el festival hagan un balance financiero y digan que el “Poncho de Ensueño” recaudó 100 millones, a razón de 16,5 millones por día o que desde Economía informen “Según datos del Ministerio de Economía y el Banco Nación, hasta el miércoles, se alcanzaron las 8.200 transacciones por un volumen total de $ 99.140.732,20”. Es materialmente imposible saberlo.

Luego, con el correr de los días, aparecieron otros números, de los que la prensa de pauta oficial se hace eco y como loritos repiten datos incomprobables, que en tiempos electorales tienen un efecto distinto. Básicamente se trata de pillos que usan todo con fines políticos. Como se dice en el café, no dan puntada sin hilo. “Miles de personas visitaron el Museo de la Fiesta del Poncho”, ¿quién los contó?, ¿cuál fue el método de conteo, entre qué horas se hizo el estudio de campo? “miles” también es un número redondo, incomprobable y nada creíble, excepto para los obsecuentes de turno.

¿Turistas o visitantes?

“Poncho récord: Un millón y medio de visitantes en los 10 días de fiesta”, conclusiones rápidas todas incomprobables con métodos científicos. Se indicó la siguiente cifra: 1.545.000 visitantes a lo largo de los 10 días, información suministrada por el ministerio de Cultura y Turismo con datos de la Policía de Catamarca. Tiran cifras, pero sin revelar el origen de las mismas ni el método de conteo.

Es harto difícil imaginarse semejante cifra en tan poco tiempo en una ciudad y provincia que carece de la infraestructura necesaria para absorber una multitud de las proporciones de la informada. Sería algo así como absorber 154.500 personas, que sería el promedio diario, sin contar los habitantes que viven en la ciudad, porque la información se refiere a la categoría de “turistas y visitantes” sin indicar cuántos son los turistas y cuántos los visitantes. De sólo hacer este ensayo, rápidamente se advierte la imposibilidad de que el número sea real, porque nadie sabe diferenciar grupos, nadie sabe nada, de qué están hablando. Y por más que lo afirmen instituciones, el rigor científico del conteo no existe no tienen forma de saber con exactitud.

“Record de asistentes indica el parte de prensa, y agrega detalles inverosímiles: viernes 14: 80 mil, sábado 15: 75 mil; Domingo 16: 100 mil; lunes 17: 55 mil; martes 18: 55 mil; miércoles 19: 70 mil, jueves 20: 330 mil, viernes 21: 275 mil, sábado 22: 210 mil, Domingo 23: 295 mil. Impresionante precisión en tan poco tiempo. No es creíble. Son números de ensueño y también se trata de un dibujo memorable.

Y la gota que colmó el vaso fue la última cifra brindada: “Poncho 2023: los turistas generaron un impacto económico de 1.168 millones de pesos” ¿Sí? Ya no hay un mix de “turistas y visitantes”, entendiendo por “visitante” a los autóctonos del lugar, según el informe final, solo los turistas hicieron rentable la Fiesta del Poncho y el otro dato que mata el relato es la velocidad para proporcionar el estado de resultados de un balance incomprobable.

Porque como todo balance financiero, para ser válido debe incluir, además de los ingresos, los egresos. Publican sólo una parte, la más tentadora para hacer campaña en tiempos electorales, asimilándose la información a la parte media vacía del vaso. Sólo cuentan la parte llena. Por eso es tan importante que el lector tenga en cuenta que organizar y materializar una Fiesta como la del Poncho tiene un altísimo costo financiero que nadie conoce y que obviamente es soportado por las arcas del Estado y por los contribuyentes. Para ser creíbles, los funcionarios responsables deberían exhibir públicamente las cuentas totales, costos fijos, costos variables, ajustes por inflación, gastos de contratación, gastos corrientes, gastos extraordinarios, inversiones, reintegros, bonificaciones, subsidios, rentabilidad marginal, utilidad bruta, utilidad neta, etc.

El gasto público

La sensación que queda es que la Fiesta del Poncho es la escenificación perfecta del viejo rotulo del populismo decadente “Pan y Circo” y “paga Dios”, ya que ellos son los campeones del déficit fiscal. Podremos tener hermosas fiestas, pero si seguimos gastando el dinero que no producimos, o que genuinamente no tenemos, lo único cierto es que seguiremos padeciendo la alta inflación, que hace estragos, a esta altura, en todos los estratos de la población y muchos más en los sectores bajos, que es provocada por la emisión descontrolada de pesos billete, que se hace para financiar el gasto público, también incontrolado. Así no tenemos futuro como Nación.