"Comencemos el año con buena disposición y benevolencia. Es sabido que cuando alguien tiene un puesto importante en cualquier poder, necesita rodearse de gente de suma confianza. Esta virtud es necesaria en cualquier relación humana para transitar la vida con serenidad, libertad y eficacia, pues la confianza se apoya en otra virtud aún mayor, la de la esperanza. No debemos confundir la confianza con la complicidad, que son dos cosas aparentemente similares pero esencial y radicalmente distintas."
"La confianza puede ser el primer paso hacia el éxito, si se funda en la abnegación, la autenticidad, la autodisciplina y la autocrítica constantes; pero también la confianza puede ser un escalón resbaladizo a la indolencia si se eligen máscaras, embozos y astucias al ejercer un cargo."
"Ahora bien, supongamos que dentro del medio familiar y en el círculo de amistades, de quien ejerce algún poder, existen personas muy capaces de llevar a cabo los proyectos, de esa autoridad, a buen puerto. Es de suponer también que tal potestad desea llevar adelante su gestión lo mejor posible, la cual no es sino un fidedigno servicio a la comunidad para mejorar la vida de la gente que tanto espera."
"Aceptemos igualmente que esas personas de confianza, aunque hayan sido elegidas sin criterios meritocráticos, son realmente idóneas y competentes para los cargos que fueron designadas, y saben trabajar con discernimiento, prudencia y sensatez."
"La mutua confianza entre gobernantes y votantes es uno de los principales soportes para que cualquier ciudad, provincia y nación prosperen. El punto más delicado en esta relación bilateral es lo económico. Quien posee el poder, tiene al mismo tiempo el deber de mostrar con transparencia a sus ciudadanos sus objetivos generales, presupuestos, ingresos, gastos y designios concretos. La comunicación de los gobernantes con sus ciudadanos ha de ser clara, abierta, positiva, sincera y de manera permanente."
"Visto que las cosas, lamentablemente, no son así, puesto que ciertas autoridades no cumplen fehacientemente lo que de mil maneras prometen para beneficio de sus votantes, estos últimos antes de votar deben apoyarse en la absoluta des-confianza y luego de votar, una vez instalados los gobernantes en el poder, les han de exigir hasta su renuncia y demandarlos si no cumplieran; tal como indica el juramento."
"Más aún, esa exigencia ha de ser persistente e incansable cuando a quienes gobiernan la pobreza de sus votantes es lo que menos les interesa y en el peor de los casos hasta hacen uso y abuso del ignorar de su pueblo para explotarlos con intereses pura y exclusivamente personales. Si esas autoridades además se basan en el nepotismo para ejercer el poder, debemos reconocer que tal parcialidad no es sino ventajista, pues sólo conduce a enriquecerse o incrementar vilmente su fortuna Familiar. Tal vez esa actitud sea debido a que saben muy bien, en su conciencia, que trabajando, ricos como desean, no van a ser. Y esa ceguera materialista les hace olvidar algunas cosas fundamentales: primero y principal que no somos eternos, segundo que la vestidura final bolsillos no tiene y finalmente que para entrar en la vida eterna no hace falta ni dinero, ni propiedades, ni capital; estos se quedarán aquí."
"Por este medio, no hace mucho, se publicó un artículo titulado: “Vergonzante familia Barros Jorrat coloca a Catamarca en un triste récord mundial” (**). Los interrogantes que surgen a partir de esta publicación son múltiples. Pero debido a que he oído que tal provincia es una de las más pobres de la Argentina uno se pregunta:"
"¿Con cuánta insensibilidad se puede ejercer un poder?
¿Cómo es posible engañar de manera tan grosera a quienes depositaron su confianza con el voto?
¿Cuán democrática es esa actitud explotadora?
¿Cómo es posible que haya gente que crea que gobierna, cuando en realidad explota situaciones y a través de ellas la buena voluntad de sus semejantes?"
"Podríamos seguir expresando cuestionamientos hasta el cansancio frente a tantas obviedades violadas."
"No obstante, intentando ser amplios de criterio y benevolentes podemos creer que es posible aceptar hasta un Nepotismo sano, si es que existe, cuando por esa confianza de la que hablamos antes se ven y son palpables claramente los progresos comunitarios en todo sentido, económico, educacional, judicial, hospitalario. De no suceder esto, no es aceptable ni la Familiocracia, ni el Amiguismo sin escrúpulos, pues esto conduce con precisión matemática al empobrecimiento y fracaso total, no pocas veces sin retorno, de una ciudad, región o nación."
"Si la población ante tanto atropello se levanta y se rebela será castigada por vandalismo. Ahora bien, quienes con guantes blancos y bajo la protección del poder actúan inescrupulosamente, frente a una justicia inoperante, ¿Cómo se les llama la atención o se los califica? Los gobernantes parecen tener siempre una retórica a mano, la cual navega entre las aguas del cinismo y/o la mitomanía, para justificar sus impropios actos. Los hechos hablan por sí solos. Hemos de tener presente que el ser humano se conoce por lo que hace más que por lo que dice. Las palabras vuelan, los escritos permanecen, pero lo que realmente atraen son los ejemplos. Y cuando más mayor se es en edad y cuanto más poder se tiene, la responsabilidad es aún más grande pues el buen ejemplo será digno, honroso y admirable, mientras que el mal ejemplo será escandalizador, indecente y condenable. Si deseamos tener horizontes amplios, despejados y luminosos hemos de saber que las buenas obras no tienen fronteras, y que las malas no tienen futuro."
(*) Claudio D. Conenna nació en Tandil, doctor en Arquitectura (Tesalónica, Grecia). Publicó varios libros y ensayos. El último: En 2020 “Morada de Sabiduría-La Capilla de Ronchamp-Le Corbusier”
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