“Con esta aclaración preliminar para el lector de zócalos de TV con juicio apresurado, que ve en quienes nos oponemos a esta cuarentena irracional a un enemigo potencial de la salud pública, intentaré mostrar mi punto de vista.

Es alarmante lo que está ocurriendo, hay una gran manada que está siendo hostigada con información acerca del comportamiento de una pandemia dentro de un país que ni siquiera hace testeos masivos a su población y por lo tanto carece de información creíble de nada. La cuarentena ilimitada para combatir al COVID-19 es como si quisiéramos combatir las enfermedades de transmisión sexual condenando a toda la población al celibato indefinido.

Algunos proponemos la apertura racional y mediante protocolos sanitarios para realizar actividades laborales y recreacionales muy importantes para economía del país y para la salud mental y física de la población. Hacer deportes al aire libre o que una señora de 83 tome sol en una plaza con distanciamiento social parece ser un delito y hay quienes avalan estos atropellos en redes sociales. Un espanto.

Además, el modo en que se está gestionando esto desde la soledad del poder y sin ningún tipo de control legislativo ha puesto en grave amenaza la salud de nuestra democracia y la vigencia de los derechos humanos más elementales, todo esto pasa inadvertido para muchos que, encima, se enojan con quienes lo denunciamos a diario. “Si quieres salir renuncia a tu respirador me dijo alguien ayer”. Se crean falsos dilemas a diario tales como: “vida si, economía no”.

Si mañana el presidente por Decreto decidiera enviar a la cárcel a alguien que violó la cuarentena, no me extrañaría que algún trasnochado fanático lo celebrara, pues los más obsesionados ven en el otro una amenaza a su salud, tal como en la edad media se miraba a un leproso. Total, quién va a medir cuál derecho constitucional es más importante que otro, si la vida, la propiedad, la libertad física y de pensamiento, la salud, la vida, el debido proceso o el principio de legalidad. Estamos a diario viendo el abuso de autoridad legitimado por la manada atemorizada, han instalado la sensación de salir a la calle como si estuviéramos en estado de sitio. Si seguimos así, en breve los abogados empezaremos a tramitar hábeas corpus en defensa de alguien que ejerció algún derecho como su libertad ambulatoria.

Detrás del escenario montado por los directores fascistas del pensamiento único nacional (aprendices de Joseph Goebbels) en donde todo en la vida cotidiana mostrada por los medios de comunicación es una pandemia viral, están ocurriendo graves hechos como(): colapso económico bestial en ciernes; corralito bancario disimulado; emisión monetaria descontrolada; declaración tácita de default; paralización forzada de la actividad económica; corralón humano de 44.000.000 de consumidores que forzosamente consumen lo mínimo indispensable (cuando abran el corral, ¿quién abastecerá el consumo si no hay producción de casi nada?); y la evidente decisión de hacer todo el trabajo sucio y licuar a la fuerza el gasto público mediante una mega devaluación de la moneda, aun mayor  que la que hizo Duhalde, total esta vez tendrán la excusa de que la culpa  fue de una pandemia. () Solo por citar algunas.

Todo esto se está decidiendo por DECRETOS del presidente sin control legislativo. La única diferencia con una dictadura es que no están matando ni desapareciendo a nadie.

¡Bienvenidos a ArgenZuela!

(*) el autor es abogado (UBA)