A medida que voy abriendo cajas de archivos de diapositivas y si éstas tienen cierta antigüedad, vienen a mi recuerdo, circunstancias imborrables que gracias a la cámara y sus rollos de película, permiten que al día de hoy pueda mostrar a mis lectores fotos que considero muy valiosas y que no quiero mejorarlas, sino presentárselas tal cual están en su valor documental.

Es el caso de la que les presento hoy: Se trata de una toma desde el aire, una foto aérea de verdad, sin drones ni robots que hagan el trabajo de uno, cuando en una nave Cessna 172? del Aeroclub Catamarca volvía de una documentación de Antofagasta de la Sierra. Se retornaba pasando por la parte más baja de la cadena del Ambato- Manchao, es decir a la altura de “ Las Cuchillas” en Las Juntas. En el momento del disparo, seguramente estábamos sobre Bella Vista aproximadamente pues el panorama es realmente espectacular y es como lucía El Rodeo desde el aire, con su villa veraniega allá por inicios del año 1970.

La villa en su plenitud, con vista más o menos hasta la cumbre de la cuestecilla, hacia la izquierda el cerro de La Cruz, también conocido como la loma del Cristo; más atrás las lomadas de La Puerta y como marco izquierdo, la línea del Ancasti.

A la derecha, costeando el Ambato y como base de la imagen el motor con la hélice que opaca un poco la imagen.

De la Villa se puede apreciar esa “ cuesta larga” que va desde el cruce del Río de Los Nogales por la ruta provincial Nro. 4, hasta el puente caminero sobre el Río Ambato y como apenas un punto, donde yo vivía por aquel entonces, la inolvidable “Villa Inés.”

El poblado local no era de gran abundancia y las casas de veraneantes tampoco, muy lamentablemente cuando vino el auge de la construcción, no se hizo caso a las advertencias, tampoco preparar un plano de urbanismo y menos respetar los cursos de agua existentes MENOS la vegetación muy abundante de sauces llorones y álamos. Tampoco se tuvo en cuenta las distancias de las construcciones nuevas a esos cursos de agua, ni los espacios entre edificaciones, generando una serie de diques naturales y cambiando el curso de los ríos con las consecuencias que luego se sufrirían.

Así era de verde mi Rodeo y hoy da pena ver la enormidad de grandes árboles que se sacrificaron en función de tener una casa en la Villa mencionada.

Es bueno que la conozcan de aquella época pero también les cuento algo más de aquellos vuelos.

En realidad el título es un poco inexacto ya que no fue un solo vuelo hacia Antofagasta, fueron muchos y con unos pilotos que había que quitárseles el sombrero. También se iba a Tinogasta, Belén, Santa María, etc.. En aquellos tiempos, según se me dijo, Catamarca tenía la mayor cantidad de naves de cabotaje interno entre sus provincias hermanas, buena cantidad de pistas en las cabeceras departamentales y, como dije, los mejores pilotos.

En nuestro caso de hoy, se salía del Aeródromo de Choya y para arribar a la cabecera de Antofagasta , el rumbo era exactamente a la inversa de la imagen, pues se pasaba por sobre El Rodeo, Las Juntas, se tomaba rumbo al Oeste pasando el cordón del Ambato y en unos 72 minutos , si mal no recuerdo, ya se estaba aterrizando en la localidad de la Puna.

Una curiosidad: había que llegar temprano a La Puna y no despegar más allá de las diez de la mañana, dado que los vientos comunes del lugar no permitían tal acción.

Todo lo que digo desde el punto de vista aeronáutico, seguramente el gran piloto Berrondo, amigo y compañero de los tiempos de estudio de piano, podrá pulir esta narración y darle certeza o no a mis afirmaciones.

La foto de hoy puede ser muy mejorada pero quise que tenga la frescura y la sensación de inmensa felicidad que tuve cuando encontré el documento de AQUEL VIAJE INOLVIDABLE.