Hace ya muchos años, cuando adquirí mi primera cámara de foto importante, una Kowa E de 135 mm réflex, con un objetivo zoom 38 /70, y venía en mis visitas a Catamarca en cuanto me era posible, salía en la búsqueda de  “ bichos” y paisajes sin dejar rincón de visitar y escarbarlo hasta el centro mismo de la tierra.

Me apasionaban las CACTÁCEAS y especialmente cuando éstas estaban floridas pero, de no ser ése el caso, documentaba todo tipo de ejemplar pasando de un “ orejas de elefante” ( opuntia), tunales, las infinitas expresiones rastreras, las mamilarias y por cierto, los cardones candilabriformes o aquellos que se encontraban en la ladera Oeste de la ruta provincial Nro. 4 hacia la Villa de El Rodeo, detalle muy curioso pues, estos especímenes abundan en aquella ladera y hacia el Este prácticamente están ausentes.

Uno de los sitios preferidos para sacar variedad de expresiones de estos pinchudos ejemplares, es todo el margen del río del valle que da hacia la cadena del cerro Ancasti donde descuella la presencia de la famosísima Cuesta del Portezuelo.

Aclaremos aquí tres asuntos para mí sobresalientes: la presencia de las cactáceas; la abundancia de reptiles en la figura de lagartijas, chelcos, lagartos overos, verde y colorado (mal llamadas iguanas), y mi sueño dorado, serpientes en tal variedad, que realmente parecía que uno andaba recorriendo alguno de los parajes australianos (por lo semidesértico), o la propia África del Sur. El tercer punto es recordarles que las espinas de las cactáceas son hojas modificadas,, estas plantas son originarias de América y luego esparcidas por todo el mundo, habiendo grupos enormes e importantes de coleccionistas y una bibliografía de excelencia que muestra los ejemplares. Otro día les comentaré lo que conozco sobre este particular tema.

Seguramente esta nota la leerá alguien que aprecio enormemente y se encuentra en el Sur Argentino desde hace ya muchos años y es un experto fotógrafo de vida silvestre,  “El Lole Passera” con quien trabajamos juntos en una agencia internacional de noticias durante largo tiempo en Buenos Aires.

Se preguntarán a qué se debe tanto barullo y citas que aún no conecto una historia completa, pues se debe a que una de las notas que hice en esa agencia para distribución por diferentes países, era justamente “ EL MARAVILLOSO MUNDO DE LAS ESPINAS” , estaba elaborada con 20 diapositivas color y un texto explicativo en varios idiomas según recuerdo.

Las dispositivas de ésta nota que menciono, seguramente llevaban varias que sin dudas había tomado en aquellas andanzas que les comento al iniciar esta entrega.

Bueno, ya se darán cuenta y lo comenté varias veces, que por aquel tiempo gran cantidad de fotografías se tomaban en la modalidad de DIAPOSITIVA COLOR que era el modo de lograr calidad, temperatura color adecuada, y condiciones exigidas para las impresiones de gran calidad. Esto tenía una gran desventaja: el fotógrafo se desprendía de originales es por ello que uno, si encontraba una motivo interesante la repetía la toma más de una vez y de allí es que quedan en archivos, copias similares a las entregadas para publicación.

La foto de hoy tiene virtudes y defectos además de los que puedan encontrar ustedes: los colores están ligeramente alterados, también algunas manchas que pudieron adherirse con los años entre otras cosas, pero es un documento y en el caso particular de hoy, se trata de dos diapositivas superpuestas, tomadas en el mismo tiempo y lugar pero no era posible lograr la imagen buscada entonces, a una foto panorámica de el cerro Ancasti con la bella Cuesta del Portezuelo zigzagueante, le antepuse la de un cardón, en cuyo vértice se encontraba un halcón, seguramente a la espera de su presa.

El conjunto a mi, me agrada lo suficiente para recordarlo con precisión a pesar de los años y compartirlo con ustedes con el propósito de brindarles una imagen lejana de nuestra querida Catamarca, reina indiscutida y tierra de flores y cardones.

A.L.O.  https://www.facebook.com/albertolindor.ocampo